Una madre moribunda como excusa para dejar Logroño poco después del crimen

Este martes, el antiguo jefe del imputado, al que contrataba puntual e irregularmente para labores de pintura y lacado, ha narrado una historia bien distinta. «Ese día me llamó. Estaba nervioso. Me dijo que se marchaba, que le habían denegado el permiso», ha recordado. Su patrón le insistió de que volviera a intentar el proceso, pero entonces el encausado le explicó que se marchaba a Marruecos porque su madre «se estaba muriendo».

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Ante esta situación, el empresario acudió a la estación de autobuses y le dio «700 y pico euros» antes de emprender viaje a Madrid, trayecto que hizo con solo una mochila. Después, llamó al tío del imputado para preocuparse por la salud de la teóricamente enferma y este le aseguró que se encontraba perfectamente y que el día de antes había hablado con ella. «Me pareció muy fuerte», ha resumido el empresario, que también ha manifestado que desde hacía semanas el imputado no trabajaba para él, pero que el 19 de febrero iba a contar de nuevo con él. «El día que se marchó tenía que ir a trabajar, pero me llamó diciéndome que no podía y me contó lo de su madre», ha indicado.

De la misma forma, el tío del acusado ha comparecido para recordar esa truculenta historia de la supuesta enfermedad mortal y también, a preguntas de las acusaciones, ha recordado que su sobrino le robó algo de dinero cuando llegó a Logroño, lo que enfrió su relación. «Cuando se fue yo no tenía contacto con él. Hasta noviembre, cuando me llamó para darme el pésame por la muerte de mi madre, no sabía de él. Por el prefijo supe que estaba en Italia», ha dicho.

También ha declarado en la sesión de este martes el antiguo imán de una mezquita de Logroño que ha asegurado que desde que el encausado había llegado a España se habían tratado con una relación casi paternal. Pese a todo, nunca supo que tenía una novia rumana ni que bebía. Además, la letrada de la acusación le ha preguntado por qué el 18 de febrero el imputado llamó a este hombre en siete ocasiones antes de poder contactar con él y de qué hablaron. «No sé, le preguntaría que qué tal estaba, lo de siempre», ha señalado. Ni él ni el último testigo supieron que el imputado había viajado a Italia hasta que los agentes les informaron.

El juicio por el homicidio de Pedro José Sáez continuará hoy en la Audiencia con diversos testigos.