La Rioja enfría su entusiasmo por la movilidad entre regiones y esperará «hasta el último minuto»

Porque, decía, el criterio epidemiológico puede hacer que varíe una decisión «que parecía en principio positiva», y que ayer la presidenta Andreu ya daba casi por hecha, aunque con la prevención genérica de «si todo va bien». Y es que son dos los criterios que han de cumplirse para adelantar al día 15 lo que de todos modos se produciría el 21.

El primero, el acuerdo de todas las comunidades afectadas. Hasta hoy mismo, la coincidencia parecía total, con la excepción del aragonés Lambán, que aunque no expresaba un «no» rotundo, sí se escudaba en la falta de competencias autonómicas para tomar esa decisión. Pero hoy mismo en el País Vasco se empieza a dudar, aunque aún no por portavoces oficiales, de la conveniencia de adelantar esa movilidad.

Esas dudas están relacionadas con el segundo criterio que ayer mencionaba Del Río: los datos epidemiológicos. Por ejemplo, La Rioja vigila atentamente «si se confirman los brotes que han aparecido en el País Vasco», sobre todo en el entorno de hospital de Basurto. Un brote que parece haberse agravado, y que suma ya 25 contagiados y un fallecido. El segundo brote importante detectado, en el hospital vitoriano de Txagorritxu, parece controlado.

El mismo gobierno vasco reconocía ayer un «cambio de tendencia» en la tendencia epidemiológica en la comunidad vecina, tras duplicar el núemro semanal de nuevos positivos.

Hay que recordar que La Rioja mantiene unos datos epidemiológicos de un nivel bajísimo, sin rebrotes conocidos y que, por ejemplo, hacen que el martes se registrara un solo positivo, por ningún fallecido ni ingresado en los hospitales riojanos.

Así pues, parece que al Gobierno riojano se le ha pasado la prisa. «Estaremos atentos a la evolución de la enfermedad y reaccionaremos en consecuencia», decía Del Río. «Aunque queda tiempo, aunque parece que falte poco, y no vamos a tomar ninguna decisión prematura».

Además, el portavoz restaba también importancia a una posible marcha atrás en la apertura, prevista en cualquier caso para el 21. «En cualquier caso estamos hablando de siete días de diferencia».

¿Qué opina de esto el gobierno nacional? Por el momento, sus representantes en el País Vasco y en La Rioja han tomado caminos distintos. Denis Itxaso, el delegado del Gobierno en el País Vasco, era muy franco ayer al contradecir las intenciones del gobierno regional, no mostrarse partidario de esta apertura adelantada, ya aconsejaba esperar hasta el día 21. «Más que nunca y, aunque el tiempo puede invitar a lo contrario y las ganas de salir también, debemos ser conscientes de que no podemos echar por la borda el enorme sacrificio que hemos hecho».

Para él contra los argumentos económicos (sobre todo turísticos) que se esgrimen para el adelanto, hay también motivos de la misma índole que tener en cuenta, como que las consecuencias económicas de un rebrote podrían ser aún más desastrosas.

Mientras, su homóloga en La Rioja, María Marrodán, ha tomado un perfil más bajo. De hecho, este miércoles prefirió no hacer declaraciones a este periódico. Un portavoz de la Delegación explicaba que «no vamos a valorar la posibilidad de abrir el tránsito entre comunidades limítrofes». Según explicaban estas mismas fuentes, «corresponde a los gobiernos autonómicos solicitar este tipo de medidas al Ministerio de Sanidad. Respetamos su voluntad y además carecemos de datos para realmente hacer una valoración de la conveniencia o no de abrir».

Mientras, el principal impulsor de este adelanto en la movilidad, el lehendakari Íñigo Urkullu, ha señalado hoy que espera que el próximo lunes se pueda permitir la movilidad entre Euskadi y Cantabria. Pero también ha afirmado, en declaraciones recogidas por Efe, que «en este momento» va a «analizar todos los datos» para que esa circulación de personas «tampoco pueda generar una situación no deseada en ninguna otra comunidad».

En una entrevista en Onda Vasca, Urkullu ha señalado que ha mantenido «varias conversaciones» con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y ambos han manifestado en la conferencia de presidentes del pasado domingo que, «si las circunstancias lo permiten, el lunes» pudieran «posibilitar la movilidad» entre las dos regiones, ya que ambas están en fase 3.

Respecto a Navarra y La Rioja ha recordado que también hizo ese planteamiento el pasado domingo y ha considerado que «merece la pena que los presidentes de las comunidades autónomas en la misma fase al menos hablen« de la movilidad.

Recordando, eso sí, que los brotes de Basurto y Txagorritxu revelan que «no cabe relajación» y es importante que la sociedad sea consciente de que «va a tener que convivir con el virus», por lo que es necesario «extremar las medidas de prevención personal y también la comunitaria y particularmente en los centros sanitarios y sociosanitarios».