Los empresarios confían en que la actividad comercial reactive la economía de La Rioja

«Tenemos que hacer un esfuerzo, recuperar nuestra vida social, salir de nuestra cueva tras mucho tiempo encerrados», reflexiona Adelaida Alútiz, secretaria general de FER Comercio, que confía en que la recuperación del sector sea la punta de lanza de la reactivación económica regional. «Esto es circular y si no consumimos, si no gastamos en el comercio no activamos la economía, no podemos rescatar los trabajadores que están en un ERTE... Esta situación la tenemos que sacar adelante entre todos», apela.

La contribución de los gimnasios deberá esperar. Juan Carlos Escalera, de la Asociación de Empresas de la Salud y Ejercicio Físico de La Rioja (integrada en la FER) explica que el BOE frustró sus expectativas. «El cambio de fase no modifica nuestra realidad. Solo está permitido abrir para entrenamientos personalizados, con un aforo del 30% y personas federadas», cita recordando que no están permitidas las clases colectivas. «Estos establecimientos requieren especial atención», dijo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el domingo posponiendo su reapertura a la fase 3. «Somos pequeños y medianos gimnasios», dice Escalera, que demanda para el sector una solución que vincule la apertura a las dimensiones del local.

En el caso del centro Crossfit Colen, el impacto se duplica por el efecto frontera. Ubicado en el centro comercial Las Cañas y con el grueso de sus más de 500 socios en Logroño, buscan algún salvoconducto que les permita ir a hacer deporte al otro lado de la muga. «Hemos trazado un tablero de ajedrez para que, por horas, se ocupen unas casillas u otras; pasillos anchos para que no coincidan los socios; entre clase y clase se desinfectará todo...», enumera Adrián Alonso, apelando a la seguridad como eje principal de una nueva realidad que genera «mucha incertidumbre».

Con las aulas de los centros escolares abiertas desde este martes, las que no lo han hecho han sido las de las academias. Al menos no de forma generalizada. José Antonio Ruiz Lapoza, presidente de la Asociación de Centros de Formación de La Rioja (integrada en la FER), recuerda que, «en principio», los centros podrían abrir desde este lunes respetando las distancias, si bien hay demasiadas dudas sin resolver. «Cada uno hace lo que considera y aplicando las normas con coherencia», dice apuntando que por sus propias dimensiones «la mayor parte de las academias no podrán abrir» al no poder asegurar las distancias entre los alumnos mientras que en los centros de formación para el empleo, «con aulas más grandes» la apertura se generalizará «a finales de junio».

Y quienes, tras más de dos meses aparcados han vuelto a la ciudad, han sido los vehículos de las autoescuelas. «Hemos abierto todos», asegura José Antonio Rodríguez Pin, presidente de la Asociación Riojana de Autoescuelas. Y lo han hecho tanto con clases teóricas como prácticas. «Vamos con mascarilla, guantes y se desinfecta el coche entre alumnos», asumiendo que por delante tienen un ingente trabajo. «Más de 2.000 alumnos -agrega- están pendientes de hacer las pruebas. La Jefatura está poniendo todo de su parte, pero se requerirán más horas y examinadores para disolver el tapón. En caso contrario, tardaremos más de dos años en solucionarlo».

Los efectos colaterales del coronavirus.