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El operario municipal porta una urna funeraria. JUSTO RODRÍGUEZ
Coronavirus en La Rioja: El féretro en el cementerio, ni tocarlo

El féretro en el cementerio, ni tocarlo

Drásticas medidas. Solo los operarios, separados por una valla durante las exequias, tienen acceso a la caja. En cuatro días, en el camposanto logroñés se han realizado 40 servicios

África Azcona

Logroño

Sábado, 28 de marzo 2020, 08:23

Queda prohibido que las familias porten a hombros el féretro de su ser querido. Este último homenaje al fallecido ha pasado a ser responsabilidad única de los propios operarios municipales del cementerio logroñés, donde solo en los últimos cuatro días llevan realizados 40 servicios funerarios, 97 desde el 16 de marzo. «Cuando llega el féretro, directamente lo ponen en un carrito y lo conducen hasta el crematorio o el enterramiento, nadie más puede tocar la caja», explica el teniente alcalde de Logroño, Iván Reinares, y continúa: «También se han instalado unas vallas de seguridad, tanto en el tránsito como en las honras funerarias, más que nada pensando en preservar la seguridad de los propios funcionarios».

El avance del coronavirus ha llevado a extremar las precauciones al máximo también en el camposanto logroñés, convertido estos días en un escenario más del drama que se vive estos días. «Según el decreto remitido desde el Ministerio, hay que llevar mascarillas y guantes, pero sobre todo por el contacto que se pueda tener con los familiares».

El Ayuntamiento también ha aplicado restricciones de asistencia, con un límite de diez personas durante las honras fúnebres, además las incineraciones se realizan sin visitas. «La sala de despedida es muy pequeña, así que no permitimos entrar a nadie. Si la familia lo desea se reza un responso en ese momento», señala Reinares en referencia a una de las labores que vienen desempeñando los hermanos Fossores, que estos días han redoblado su trabajo. «Ya les hemos dicho que, con cuidado, que se cuiden mucho».

Las despedidas con la familia se realizan a pie de nicho o en el lugar donde se depositen las cenizas, y en ambos casos, con un máximo de diez personas y guardando escrupulosamente la distancia de seguridad.

«Estamos pensando en acudir a otros funcionarios del Ayuntamiento de Logroño para poder llegar a todo»

El pico de contagios parece estar cerca y la situación puede empeorar, por eso desde el Consistorio no se descarta echar mano de otros funcionarios del Ayuntamiento para reforzar a los actuales operarios. «Tenemos que mirar por su seguridad. Ahora hemos organizado los turnos para que no coincidan. Así, si uno enferma, siempre tenemos otro operario disponible».

Desde hace dos días el crematorio funciona a pleno rendimiento para evitar que se acumulen cuerpos en otras dependencias. «Hemos reorganizado los turnos para alcanzar el máximo de capacidad, que son 8 al día».Hasta ahora se han cubierto las necesidades, pero a partir de la octava incineración se ofrecerá la posibilidad de realizar la inhumación del cadáver en un nicho del cementerio. «No tenemos ningún problema, porque tenemos muchos espacio de nichos completamente libres», apunta Iván Reinares.

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