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Si ayer fue fue el turno de Alfaro y Calahorra, este martes es el de Logroño y Haro, los setenta efectivos de dos unidades de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en varios vehículos en La Rioja han desifectado varias calles e infraestructuras ... en el municipio jarrero y en la capital. Las de Haro han concluido, las de Logroño continúan. En concreto, según la información facilitada por la Delegación del Gobierno, su objetivo es descontaminar espacios públicos como estaciones de transportes, marquesinas y entradas de supermercados.
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La misión de estas dos secciones procedentes de la base militar de la vecina Zaragoza es realizar un reconocimiento de la región, especialmente de sus zonas más críticas donde tienen lugar altas concentraciones de personas y que permita identificar las necesidades para combatir el virus.
En La Rioja, la primera unidad desembarcó y lo seguirá haciendo en los próximos días en Navarrete-Cenicero, Casalarreina-Santo Domingo, Azofra-Nájera y Briones-Haro. En esta última localidad tuvo lugar el primer gran brote del coronavirus de la región, que se desató tras un funeral en Vitoria en el que se contagiaron unos treinta vecinos.
La segunda unidad se desplegó en Logroño-Agoncillo y en Calahorra-Alfaro. En esta última localidad desinfectaron ayer el Ayuntamiento, el centro de salud y la estación de tren, lo mismo que en Calahorra, y en la capital los efectivos de la UME descontaminaron algunos puntos estratégicos como el albergue de peregrinos, ubicado en el número 32 de la calle Ruavieja de Logroño, que se ha habilitado para atender a personas sin hogar en previsión de la alta demanda que sufrirán los servicios sociales en los próximos días por la alerta sanitaria por el coronavirus.
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La acción de los militares responde a la instrucción del Ministerio de Defensa publicada en la noche del domingo, un día después de que se decretara el estado de alarma, que establece que los militares están «en disposición permanente» para actuar en materia de policía militar y transporte logístico.
La Rioja se sumaba así a la red de ciudades con presencia de militares desde el pasado domingo. La salida de los cuarteles tuvo lugar en aquellos lugares donde la unidad dispone de bases, caso de Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, León, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Y ayer el despliegue se amplió con 1.100 efectivos a 13 provincias. Madrid (239), Guadalajara (35), Sevilla (110), Málaga (110), Gran Canaria (38), Tenerife (38), Valencia (110), La Rioja (70), Huesca (33), Teruel (73), León (43), Valladolid (103) y Burgos (98).
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