Calahorra, Arnedo y Rincón, confinados desde hoy

En Calahorra 40 guardias civiles y 19 policías locales están al frente del dispositivo, que ha establecido tres puntos de acceso a la ciudad. Dos de ellos, ambos gestionados por la Guardia Civil, tienen vigilancia las 24 horas, mientras que el tercero, el de la Policía Local, se mantiene operativo en horas puntuales.

El primer acceso abierto durante las 24 horas se encuentra en la calle Bebricio, a través de la rotonda de enlace con el centro comercial Eroski y la carretera de San Adrián. Por otro lado, la avenida de Numancia, otra de las entradas a la ciudad desde la autopista y la LR-134, permanece cortada a la altura de la gasolinera. Es por ello que el acceso al casco urbano desde la carretera de Arnedo (LR-134) y la AP-68 debe realizarse a través del desvío por la N-232 hacia el acceso de la calle Bebricio.

El segundo de los puntos de control permanente se encuentra en la rotonda bajo la N-232 (enlace con el polígono Tejerías Sur). De esta manera, el acceso al polígono de Tejerías desde el casco urbano queda sin ningún control.

En tercer lugar, en el acceso abierto en horas punta, y controlado por la Policía Local, se facilita la salida y entrada de vehículos hacia Navarra por la carretera de San Adrián. Este punto se ha habilitado en la rotonda del cuartel de la Guardia Civi y funciona durante tres franjas horarias: entre las 5.15 y 8.30 horas; entre las 13.15 y las 15 horas y entre las 20.30 y 22.30 horas. Por otro lado, el acceso hacia el polígono Neinver ('Azucarera') desde la rotonda aneja a la vaquería permanece abierto.

El perímetro de control en la ciudad se estructura de manera que la Fundación Hospital de Calahorra queda al margen del mismo para favorecer la movilidad de vehículos de emergencia. El control de accesos, según informó ayer la alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, puede ser aleatorio o no «dependiendo de cada momento».

La regidora aprovechó para insistir en la necesidad de cumplir con las medidas marcadas para afrontar este «reto colectivo». El confinamiento en Calahorra afecta también a varios servicios municipales que han suspendido su actividad, como el centro joven, la ludoteca, la biblioteca, los pabellones deportivos y el Complejo La Planilla. «Nos estamos jugando el futuro de nuestros seres queridos», advirtió la alcaldesa para insistir en cumplir con las medidas y recomendaciones para Calahorra, en donde «la incidencia acumulada es demasiado elevada», apuntó Pello Latasa.

Desde las 0 horas de hoy, Arnedo tiene dos puntos para acceder a lo largo de la travesía de la carretera LR-115: por la avenida de Quel, en la rotonda frente a los almacenes municipales desde Logroño o La Rioja Baja; y a la altura de la rotonda de Rivero para comunicar el valle del Cidacos.

El resto de accesos, como la antigua carretera a Préjano o los caminos de Francos o del Molino de Cienta, estarán cerrados por bloques de hormigón y vallado para cumplir la restricción de la movilidad dictada para reducir la curva de contagios. En el caso de la ciudad del calzado, ésta muestra una tendencia ascendente al analizar la incidencia en los últimos 14 días, según explicó ayer el director general de Salud Pública, Pello Latasa, con 150 casos en dos semanas que suponen el 11% de los de La Rioja.

Tras una reunión, Ayuntamiento y Delegación del Gobierno acordaron establecer esos dos controles atendidos las 24 horas por 40 agentes de la Guardia Civil con la colaboración de Policía Local y cerrar otros cinco accesos a la ciudad. Así, los polígonos quedan dentro del perímetro, excepto el de El Campillo y La Maja, a los que los vecinos podrán llegar por la variante sur, al igual que quienes se dirijan a Calahorra o a Cervera del Río Alhama.

«Hemos convenido en que no haya atascos, que el tráfico fluya, pero la Guardia Civil y la Policía Local podrán pedir al ciudadano cualquier documento que acredite su responsabilidad en el desplazamiento. Eso sí, que opere el sentido común y los ciudadanos colaboren para reducir la movilidad y que no se salga de casa más que para lo estrictamente necesario», instó el alcalde Javier García compartiendo llamada con el director de Política Local del Gobierno Riojano, Ricardo Velasco.

Que el confinamiento comience después de que ayer bajaran en 20 los casos activos en la ciudad, de 122 a 102, llevó al director de Salud Pública a advertir que la tendencia de los últimos 14 días es al alza y que deben extremarse las medidas. Sin concretar si va a haber refuerzo en el centro de salud, y respecto al cribado específico en la ciudad, Latasa remitió el análisis en conjunto a realizar en los próximos días. Una vez realizado a personas vulnerables o con patologías, ese cribado se extiende estos días a los jóvenes.

Veinte guardias civiles controlarán los accesos de Rincón de Soto durante la semana de restricciones. Habrá un punto de control principal en la salida hacia Aldeanueva de Ebro (avenida de Arnedo). En coordinación con el Ayuntamiento se ha establecido un plan en el que participan agentes de la Guardia Civil de Calahorra, Logroño, Tráfico, Unidad Funcional de Patrullas (UFP) y de otras unidades, también procedentes de Zaragoza y Navarra.

El Ayuntamiento recordó ayer en un comunicado las normas a seguir y que se deben anular por completo los desplazamientos innecesarios, el deporte en grupo y las aglomeraciones. Ayer había 67 casos activos. El alcalde, Carlos Paúl, indicó que con el elevado número de cribados realizados estos días, lo previsible es que aumenten los positivos.