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Una cerverana asomada por la ventana les decía ayer a otros dos vecinos que la observaban desde la acera: «Mañana cierran Cervera, lo están diciendo ahora». En las calles y casas del municipio no se hablaba de otra cosa. Bueno sí, continuaban, como lo habían ... hecho durante la última semana, contando quién podía padecer COVID-19. En el pueblo se conocen todos y a los casos activos les ponen caras y nombres.
La mayor duda de la nueva situación de nivel 6 era saber si las nuevas restricciones afectaban a todos los pueblos que integran el Ayuntamiento (seis núcleos urbanos), pero pronto se aclaró que solo estarán cerrados Cervera y una de sus pedanías, Valverde. Los habitantes de Cabretón, Rincón de Olivedo, Valdegutur y Ventas del Baño se mostraron aliviados al continuar en el nivel 3.
«Tenemos una incidencia acumulada muy alta y sabíamos que el Gobierno la tiene en cuenta cuando los municipios superan los 3.000 habitantes. Aunque somos menos, cabía la posibilidad de lo que ha ocurrido. Parecía que los brotes estaban controlados aunque habrán visto que hay diferentes focos y no se puede tener claro el origen y la dispersión, por eso se ha tomado esta decisión», argumentaba la alcaldesa de Cervera, Estrella Santana.
Aconseja «tener preocupación, pero dentro de unos límites razonables. Cada uno sabe lo que tiene que hacer para evitar el contagio, no puede haber dudas». Pide a los vecinos que cumplan las normas e incide en que se registran muchos casos pero la mayoría son asintomáticos o leves.
Los hosteleros tienen en Semana Santa una de las principales fuentes de ingreso del año y la pierden por segunda vez. Alguno lo lamentaba, con resignación, en las redes sociales con el anuncio de la anulación de reservas. No solo acuden turistas sino que son fechas en las que descendientes del pueblo regresan. Un año más, deberán esperar a tiempos mejores. La salud es lo primero pero la economía y los bolsillos de los propietarios de negocios sufrirán de nuevo esta crisis.
Estos días iba a reabrir sus puertas para la temporada una tienda de alpargatas. Por ahora no le queda otro remedio que dedicarse a preparar y poner a punto a la espera de que pueda recibir clientes.
Autol y Pradejón son otras dos localidades de La Rioja Baja afectada por las nuevas medidas ya que pasan esta noche a nivel 5.
La alcaldesa de Autol, Catalina Bastida, comentaba ayer que «es increíble que cierren el municipio con 19 casos, hubiera sido más comprensible pasar al nivel 4». Dice que hará seguimiento de los contagios y si cambia en una semana, exigirá revisar las medidas. Acepta el cierre perimetral pero no está de acuerdo con limitar el horario de los comercios y locales a las 17.00, cuando se permite el tránsito hasta las 22.00 horas.
«Estas medidas se hacen desde un despacho, no desde la calle y demuestran no saber cómo funciona un pueblo. En lo que esté en mis manos, intentaré ayudar todo lo posible a los negocios y empresas», termina Bastida.
La feria se había instalado en Autol y tendrá que limitar su apertura a las 17.00 horas y el Club Deportivo Autol organizaba un campus de fútbol y porteros que, en principio, se suspende.
Pradejón tenía ayer 17 casos activos. Su alcalde, Óscar León, declaraba: «Ahora no esperábamos esta decisión porque los focos están controlados y hemos estado peor. Otra vez pagan los mismos, la hostelería. Es la que más sufre, cuando se ha demostrado que no es la culpable.La normativa es esta y muy a nuestro pesar hay que acatarla. Estos días hay que aprender y hacer las cosas lo mejor que se pueda».
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«Hay que ser responsables para evitar que vaya a más. En estos momentos estamos en la cura, pero es mejor prevenir que curar por lo que después habrá que trabajar más en la prevención mediante el control, la vigilancia y la educación sobre el COVID para no llegar otra vez a las restricciones y prohibiciones», finaliza León.
Antes de la decisión del Gobierno de La Rioja, el lunes, la concejalía de Turismo dePradejón anunció la suspensión por segundo año consecutivo de la feria Fungitur, que estaba prevista celebrarse del 30 de abril al 2 de mayo. El evento, centrado en el sector de la seta y el champiñón, es uno de los mayores escaparates gastronómicos, artísticos y culturales del municipio. Un año más, pasará de largo.
Mientras ayer se anunciaban las nuevas restricciones que afectarán a Cervera, en el municipio riojabajeño el ir y venir fue constante a lo largo de toda la mañana, con vecinos de la comarca que acudían para recibir la segunda dosis de la vacuna del COVID-19.
Unas 500 personas estaban citadas ayer en el polideportivo cerverano a donde acudieron, muchas de ellas ayudadas por familiares. Procedían de todos los pueblos de la comarca del Alhama-Linares. La pista exterior del complejo deportivo, frente al instituto, se convirtió en aparcamiento, dirigido por empleados municipales. Cruz Roja colaboró en la atención de los mayores, en el interior del recinto.
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