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Llega la época más peligrosa para el contagio de COVID-19. Ahora que ya hay experiencia del ciclo anual de la pandemia, la memoria enseña que ese puente que aún pasamos y la Navidad que se acerca son los eventos de mayor transmisión del coronavirus. ... Curiosamente, La Rioja afronta esta época de más riesgo en las mismas condiciones de contagio que hace un año... aunque con alguna gran diferencia.
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Lo que se parece: tanto en el puente de la Constitución de 2020 como ahora La Rioja arroja el mismo número de contagios, en la frontera de los 700. Lo que no se parece: la situación hospitalaria en aquel momento prevacuna era muchísimo peor que la que se vive ahora. Si el viernes pasado (últimos datos disponibles) había 22 ingresados (8 de ellos en UCI), hace un año, el 6 de diciembre de 2020 esa cifra era exactamente cuatro veces más. Hasta 88 personas estaban ingresadas entonces por COVID-19, y 28 en la unidad de críticos. Aquel 6 de diciembre, Salud contaba 671 casos. Ayer, 699.
Esa 'frontera del 700' en la que se ronda ahora, igual que en 2020, se alcanza sin embargo en trayectorias opuestas. El año pasado, La Rioja salió del verano tocada, y llegó octubre y noviembre como un tsunami, la llamada 'segunda ola', que ya bajaba hacia principios de diciembre. Pero como siempre ocurre, los hospitalizados y fallecidos van rezagados con respecto a los casos activos. Aquel invierno los casos siguieron bajando hasta poco después del puente, se estabilizaron durante Navidad y comenzaron una vertiginosa escalada, la peor que se ha visto hasta ahora, en enero y febrero.
Este diciembre de 2021 llega en una trayectoria opuesta. La ola creció en julio y agosto, con muchos casos pero muchos menos ingresos. Si tomamos esa 'frontera del 700' como referencia, hay que acordarse de dos días. Primero el 13 de julio, cuando se sobrepasó en sentido ascendente. Entonces había 21 ingresados, tres en la UCI. Y segundo, el 30 de agosto, cuando se bajó de esos 700 con 28 ingresos, 6 en la UCI.
Lo cual nos permite ya una conclusión de salida. Con la cifra de vacunación en las edades de más riesgo ya muy similar a la actual, esa frontera del 700 se corresponde con entre 20 y 30 ingresados en los hospitales riojanos.
El problema ahora mismo es la tendencia. Antes de que se noten los efectos del puente (que inevitablemente empujará de los datos hacia arriba por la movilidad y los encuentros sociales), los contagios ya están creciendo. El puente trae menos pruebas, y con ellas menos casos detectados, pero los datos del viernes (más de 70 casos en 24 horas) son bastante preocupantes en cuanto a la tendencia que se prevé. Y también lo es la proximidad de las fechas navideñas, en la que masivamente se produce el comportamiento de más riesgo: reunión de grupos no convivientes en espacios cerrados, sin mascarilla y durante largas horas.
No hay prácticamente ninguna duda, así, de que en las próximas semanas los contagios crecerán, como ha ocurrido por cierto en las regiones vecinas. La duda es hasta dónde llegará esa subida (por ahora La Rioja no ha puesto restricción alguna en su camino) ni hasta dónde. Si en el verano esa 'frontera 700' correspondía a una treintena de ingresos, la cota máxima, cercana a los 2.000 casos, tuvo en los peores día a más de 60 personas en el hospital, con cerca de una docena en la UCI. Y lo que es peor, 40 fallecidos entre julio y agosto.
Los precedentes, pues, nos dan pistas: aunque haya vacunas, si los casos crecen habrá fallecidos.
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