Los casos graves se quintuplican en 48 horas

A partir de ahora, con el nuevo protocolo del Ministerio de Sanidad en lo que a realización de pruebas de coronavirus se refiere (muy limitadas a perfiles de pacientes muy concretos), los datos oficiales (que no los reales) de su incidencia se amortiguarán considerablemente. Así, para tratar de aproximarse a la realidad de la pandemia en La Rioja y en el conjunto del país habrá que tener en cuenta los casos más graves, los de los hospitalizados y los ingresados en cuidados intensivos. «Hay un antes y un después de este nuevo protocolo», asumió ayer Enrique Ramalle, director general de Salud Pública.

Las últimas cifras reflejan esa nueva realidad. Los ocho nuevos positivos confirmados ayer que elevan el total de afectados a 300 (16 de ellos, profesionales sanitarios) pueden trasladar la impresión de que las medidas adoptadas ya están surtiendo efecto cuando desde Salud reconocen que para ello aún habrá que esperar «entre 8 y 12 días. Ahora están aflorando contagios de hace 10 o 12 días», explicó Ramalle. Frente a esa contención de los positivos, están los casos más graves: en 48 horas los pacientes en la UCI se han más que quintuplicado, pasando de 2 a 11 (la mayor parte de ellos, mayores de 65). Así, dos tercios de las camas de intensivos (17 en total) están ocupadas por enfermos con coronavirus. De manera paralela, los infectados hospitalizados han pasado de 27 a 59 en ese mismo periodo de tiempo. En ese punto, Ramalle lanzó un mensaje de tranquilidad asegurando que «la evolución de los pacientes ingresados en general es buena» y que, dados los plazos temporales de recuperación, «la próxima semana se podrán producir nuevas altas».

En todo caso, el aumento de la demanda de camas en la UCI no implica ni un colapso de ese área de atención intensiva ni la imposibilidad de dicho servicio de atender a nuevos pacientes. «Hay un plan de contingencia que prevé poder ampliar el número de camas (14 más para cualquier tipo de paciente, no solo de COVID-19). Todos los enfermos que requieran cuidados intensivos los van a recibir ahí o en otros espacios que se puedan habilitar», explicó Ramalle. La realidad hospitalaria, dijo, se adecuará en función de las necesidades de cada momento ya que «es difícil saber cuándo será el pico máximo» de infecciones. «Haremos lo que haga falta. Tenemos capacidad de expansión y si no fuera suficiente tomaremos todas las medidas necesarias», añadió el responsable de Salud Pública.

Con 30 menores de edad afectados y una información sobre los presuntos riesgos del uso del ibuprofeno para paliar la fiebre circulando por redes sociales, el director general sostuvo que «en España no hay ninguna alerta al respecto» y que la que en su momento remitió la autoridad sanitaria francesa recomendaba el paracetamol frente a infecciones víricas en general y no específicamente ante el COVID-19 «la agencia española la descartó por falta de evidencias científicas», completó.

Ramalle, a preguntas de los periodistas, también explicó en la mañana de ayer que en el caso de los farmacéuticos (al igual que a otros servicios esenciales que seguirán funcionando con normalidad), se les ha recomendado que refuercen todas las medidas de seguridad (distancia, mascarillas, higiene de manos...) para evitar transmisiones. Además, cuestionado por la seguridad de los trabajadores sanitarios, aseguró que «tienen suficiente dotación», reconoció que «ha podido haber algún problema puntual» de falta de mascarillas e informó de que esta semana llegará un envío de ese tipo de material.

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