Secciones
Servicios
Destacamos
El foco de la estadística sobre cómo está respondiendo el sistema sanitario al embate del coronavirus apunta diariamente a la atención hospitalaria. Evitar que se colapse y que la UCI del San Pedro vea comprometida su cobertura sigue siendo uno de los objetivos prioritarios que, sin embargo, tampoco obvia el papel que están desempeñando sobre el terreno los médicos y enfermeras de los centros de salud repartidos por toda la región. Una labor que resultó vital al inicio de la pandemia para encajar aquel primer impacto y que en esta fase adquiere aún más relevancia si cabe como barrera de contención para limitar los casos que llegan a los hospitales a través una constante monitorización telefónica de los pacientes, la atención domiciliaria y, puntualmente, la asistencia en los propios centros en áreas blindadas con la máxima protección.
Leer más
El esfuerzo del personal de Primaria está teniendo un duro peaje en forma de contagios. Lidia Montenegro es de las que ha 'caído' y permanece en cuarentena tras haber asistido en primera línea a la eclosión de la enfermedad como médico de refuerzo en la zona básica de salud de Haro. «Los primeros días generaron mucho estrés y cansancio; hasta angustia», confiesa. «Empezó a llegar a la consulta cantidad de gente con síntomas, los protocolos cambiaban rápido y cada vez más compañeros resultaban infectados», recapitula para explicar cómo la reorganización del modelo –el jarrero fue el primer centro que cerró para atender por vía telefónica–, el refuerzo con facultativos incluso jubilados y el compromiso absoluto del personal en su conjunto han permitido mantener la fortaleza.
La unidad es también la nota dominante en el diagnóstico de Edith Pérez. «Se está trabajando más en equipo que nunca y desde la cercanía con los pacientes», reflexiona desde su puesto como médico en el Gonzalo de Berceo de Logroño y el consultorio de El Cortijo. Una cohesión que no se ciñe a los doctores, sino que abarca a enfermería, celadores, personal administrativo y también a los trabajadores sociales en una coyuntura donde el aislamiento amenaza a los más vulnerables de forma especialmente crítica. Pérez destaca aquí la relación de confianza tejida entre los usuarios y sus médicos de cabecera como el intangible que está ayudando a encarar la enfermedad en este nivel y dominar la propagación. «Primero valoramos cada caso telefónicamente, hacemos el seguimiento de la evolución que en algunos cuadros es diario y tratamos en sus hogares a los casos más leves, para lo cual resulta fundamental el conocimiento directo que tenemos de la población y el entorno», detalla.
En Santo Domingo, donde el coronavirus ha golpeado de manera especialmente cruda, la actuación en el centro de salud es similar. Óscar Isaula añade desde allí otra vertiente de la tarea de Primaria: la accesibilidad. «Es una herramienta crucial», sostiene. «Muchos de los pacientes son personas de edad avanzada que en algunos casos están confinados solos y la labor de acompañamiento que hacemos el personal sanitario con cada llamada les resulta un gran alivio», enfatiza. Un factor «emocional» que la estadística no recoge y que, en el plano clínico, se compagina con una concienzuda valoración de los casos y las nuevas altas. «Hilamos muy fino a la hora de indicar ingresos; no solo por evitar la sobrecarga asistencial, sino por el riesgo agregado que puede suponer para ciertos usuarios entrar al hospital», indica.
El trabajo en Primaria no puede entenderse sin el empeño de Enfermería. En Arnedo, Rocío Loma-Osorio describe como el criterio es minimizar el riesgo en cada visita a las casas, accediendo por lo general solo el médico y la enfermera asistiéndole desde el exterior. «La tensión es alta, pero nuestra vocación supera todos los miedos: el que puedas contagiarte tú y los tuyos o el infectar al paciente», reconoce. El «olvido» que a su juicio ha sufrido Primaria está siendo resarcido ahora que se visualiza mejor su rol de entrada al sistema. «La puerta física se ha cerrado temporalmente, pero hay abiertos ventanales de atención telefónica y domiciliaria donde cada frase, una palabra de ánimo, también es medicinal», ilustra antes de salir a aplaudir a quienes les aplauden desde los balcones porque «viéndonos ahí, firmes, también les damos fuerza a ellos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.