En esta ocasión, además, la fecha venía dedicada a los derechos del consumidor digital, que representa una proporción cada vez mayor del total de los consumidores. Aunque es difícil cuantificar exactamente estos datos, un estudio patrocinado por Seur (que lleva tres años seguidos estudiando esas tendencias) aseguraba recientemente que el 12% de las compras totales que se hacen en España son ya por internet, y que ya la mitad de los consumidores realizan habitualmente adquisiciones en la web.
Todas las compras hechas por internet pueden ser devueltas en 14 días sin tener que alegar motivo
¿Qué compran esos consumidores? Pues según ese mismo estudio, ropa, mucha ropa: la mitad de los compradores online declaran haber comprado productos relacionados con la moda, seguidos por los productos de cuidado personal y belleza, la tecnología y los libros, en los tres casos con porcentajes cercanos al 40%.
El 85% de los compradores en la web vuelven una y otra vez a las mismas páginas de referencia
Un fenómeno que se detecta cada vez más entre los compradores digitales es el de la fidelidad: al igual que ocurre con las tiendas físicas, los españoles tienen «webs de cabecera». El 85% de los compradores por internet dice que acude «siempre o casi siempre» a las mismas tiendas. Y un detalle curioso: el 63% de ellos va directamente a esa web, sin haber hecho ninguna búsqueda ni comparación previa.
La mayoría sigue usando el ordenador (PC o portátil) para sus compras, pero el uso de los dispositivos móviles para las compras es el que más crece.
Los derechos
Las compras por internet están protegidas. Y lo estarán más, cuando entre en vigor el proyecto de directiva europea del que hablábamos en estas páginas hace unas semanas.
Mientras, los consumidores siguen protegidos en internet por una serie de derechos que viene bien conocer:
-Devolución: cualquier compra en internet en la UE tiene derecho a ser devuelta, sin que el comprador tenga que alegar ninguna razón, en un plazo de 14 días. Los gastos corren por su cuenta, eso sí, a no ser que el producto tenga algún defecto.
-Información: las webs tienen que tener bien clarita tanto la información sobre el vendedor como otro tipo de datos: gastos de envío, condiciones y plazos de entrega. Todo ello, antes de que se cierre el proceso de compra, para evitar sorpresas. Y ojo, si no se cumplen los plazos anunciados, puede haber derecho a indemnización.
-Seguridad: un candadito en la barra de direcciones y una dirección que empiece por «https://» son buena señal de una web con más seguridad técnica.
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