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La rioja
Miércoles, 17 de febrero 2021, 20:46
Este miércoles ha comenzado en Gijón el juicio contra el exsuperior de los jesuitas de La Rioja, quien fue denunciado por abusos sexuales a una joven en la localidad asturiana.
J. E. M, llegó a La Rioja en 2015 y fue nombrado en agosto ... de 2018 máximo responsable de la parroquia de San Ignacio de Loyola de Logroño y superior de la orden en la región. Según recoge Olaya Suárez en El Comercio, su letrado tratará de demostrar durante el juicio que «las relaciones fueron consentidas». «Desde los 12 a los 16 años de la denunciante solo había una amistad y de los 16 a los 18 mantuvieron una relación sentimental consentida», apuntó el abogado Alberto Aldamund.
El juicio en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, en Gijón, se celebra a puerta cerrada y la fiscalía solicita para él una condena de ocho años de cárcel por un delito de abuso sexual continuado.
Según las acusaciones y relata El Comercio, los abusos habrían comenzado cuando la víctima tenía 12 años, siendo plenamente conocedor de la edad de la niña. Durante esos años, 2008 y 2009, «intimó con ella, provocando encuentros y diciéndole que la amaba y que la deseaba». «Inició el contacto personal con ella a través de redes sociales y en sus conversaciones le decía que no era de piedra, que la quería y utilizaba las expresiones como princesa y solete para dirigirse a ella», añade.
En 2010, cuando la adolescente tenía 14 años, «mantuvo los primeros encuentros sexuales con ella, llegando a mantener relaciones completas cuando la joven contaba con 17 años». «Le decía a la menor que era la mujer de su vida, que quería una vida con ella, pero que no podía, debido a su condición de sacerdote. La relación finalizó en septiembre de 2012», añade el fiscal.
Los informes forenses recogen que dichos abusos sexuales continuados durante años le provocaron a la víctima un trastorno ansioso depresivo. No fue hasta 2019, cuando contaba con 25 años, cuando decidió denunciar ante la Policía Nacional lo que le había ocurrido cuando era menor de edad. Se inició entonces una investigación en el juzgado de Instrucción número 2 de Gijón y la Unidad de Familia y Menor (UFAM) de la Comisaría de Gijón, que determinó que existían pruebas incriminatorias contra el sacerdote J. E. M.
Además de los ocho años de cárcel, la fiscalía solicita para él la inhabilitación como docente durante cinco años, una orden de alejamiento y comunicación hacia la víctima y libertad vigilada durante otros ocho años una vez cumplida la pena de prisión. La orden apartó el 12 de enero de 2019 al religioso.
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