«La cifra me parece irreal»

Ausejo es la localidad de con menor renta de la ribera del Ebro comparándola con el resto de municipios riojanos, alaveses o navarros, con 9.632 euros por habitante. «Teniendo en cuenta sectores tan potentes en la economía de Ausejo como el champiñón y la uva, la cifra me parece irreal, aunque no dudo de los datos del INE», asegura el alcalde, Pedro Luis Martínez Calvo.

El pueblo cuenta con más de veinte explotaciones de champiñón, además de Eurochamp y una planta de compostaje. Muchos trabajan en este sector y también la viña. «Los agricultores más pequeños recogen más de 100.000 kilos de uva. La mayoría pertenece a la Bodega Cooperativa San Miguel. Hay otras bodegas como Casa La Rad», indica el alcalde.

Cree que los precios bajos de ambos productos pueden influir en la renta. «La uva mira como está, y el champiñón, que estaba a un euro este año lo han bajado 8 céntimos, a 0,92, sin empezar la campaña. Ahí está parte del problema», lamenta Martínez. Asegura que se necesitan ayudas en el precio, porque competitividad tienen, y la materia prima y el producto son muy buenos, en los dos sectores.

Además, el alcalde enumera la existencia de granjas de cerdos, de pollos, cereal, oliva... «Ausejo es un pueblo muy trabajador que acoge entre quince y veinte nacionalidades predominando rumanos, marroquíes y portugueses. Luego hay, en menor medida, vecinos de Sudamérica», explica. Pone sobre la mesa que buena parte de estas familias que provienen de otros países tienen muchos niños y no trabaja más que el padre, por lo que ahí está otra situación que puede conllevar una disminución de la renta del municipio.

La llegada de inmigrantes no es nueva. En algunos casos en Ausejo permanecen tres generaciones de los primeros que se asentaron con sus hijos y ahora con sus nietos. Esto ha provocado que el parque de viviendas vacías esté llegando a su fin. Cada vez hay menos casas disponibles, y que se requiera aumentar servicios como la escuela infantil, que solo tiene capacidad para nueve niños y deja fuera seis o siete, algo que se pretende solucionar pronto. «En el colegio hay noventa chiquillos. Del año pasado a este igual ha subido un 10 o 15%», asegura Pedro Luis Martínez.

Estas cifras demuestran el crecimiento de un pueblo que, a falta de cerrar los datos del año 2024, puede que haya pasado la barrera de los 900 habitantes, lo que requiere un aumento de inversiones en mantenimiento y mejoras en todos los ámbitos. Según el INE, a fecha del 1 de enero de 2023 contaba con 795 censados.

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