Borrar
Una brecha de renta se abre entre los pueblos navarros y sus vecinos riojanos

Una brecha de renta se abre entre los pueblos navarros y sus vecinos riojanos

De los 23 municipios de la ribera a ambos lados del Ebro, los ocho más ricos pertenecen a la comunidad foral

Pío García

Logroño

Domingo, 10 de noviembre 2024

La frontera de La Rioja con sus vecinos del norte es a la vez imperceptible y sustancial. Cuando uno cruza la línea entreHaro y Labastida o entre Calahorra y San Adrián, la vida parece la misma. Es, en realidad, la misma. Hay tractores que resoplan, furgonetas de reparto, coches que van de un sitio a otro, viñas que se alinean junto al río. Las familias de Fuenmayor tienen parientes en Lapuebla, los habitantes de Pradejón charlan con los de Andosilla en el bar. Para visitar el acueducto de Alcanadre, conviene coger la carretera de Lodosa y apenas unos centímetros separan Ventas del Baño, pedanía de Cervera, y Fitero, municipio de Navarra.

Sin embargo, esta frontera tan difusa, apreciable solo por los carteles en las carreteras, ha tenido un impacto decisivo en la vida de sus habitantes. En la margen derecha del Ebro rige el régimen fiscal común y en la margen izquierda, sin embargo, anidan pingües singularidades forales. Solo tres municipios escapan a esta tozuda división geográfico-tributaria: Briñas, San Vicente y Ábalos son los únicos pueblos riojanos situados al otro lado del río.

Hasta ahora, esta frontera se había analizado tanto desde el punto vista vitivinícola, con los impulsos secesionistas de Rioja Alavesa, como desde el ángulo fiscal, en especial por las rebajas en el impuesto de sociedades que desencadenaron las llamas 'vacaciones fiscales' y que acabaron mereciendo la condena de la Unión Europea, al entender que habían sido ayudas estatales discriminatorias. En los años 90, hubo varias empresas que vadearon el río para disfrutar de una tributación más amable.

Los datos de renta de los hogares que acaba de publicar el INE permiten examinar esta frontera desde otro punto de vista. De los 49 municipios que se alinean a uno u otro lado del Ebro, el que más renta per cápita tiene es Logroño, aunque su condición capitalina hace que juege en otra liga. En esa liga no ocupa un puesto de honor. La renta neta per cápita de Logroño (15.056) es la menor de las capitales de provincia vecinas. Si nos ceñimos a Álava y a Navarra, tanto Vitoria (16.560) como Pamplona (16.380) exhiben mejores números.

Si apartamos Logroño de la ecuación, el examen de los últimos datos –correspondientes al año 2022– arroja un titular principal: la brecha de rentas es mayor con los municipios navarros que con los alaveses. La orilla izquierda de la ribera es mucho más pujante que la orilla derecha. De los diez municipios más ricos de la zona, ocho son navarros y tres superan los 14.000 euros de renta por habitante: Mendavia, Azagra y Cadreita. Los tres más pobres, sin embargo, pertenecen a la Comunidad Autonóma de La Rioja: Pradejón, Aldeanueva de Ebro y Ausejo, que ni siquiera llega a los 10.000 euros. Diecisiete kilómetros en coche y cuatro mil euros por cabeza separan Aldeanueva (2.700 habitantes) de Azagra (3.700).

De los 23 municipios de este territorio, Calahorra es la mayor localidad, con 25.000 habitantes. Pese a su dimensión, ocupa un discreto duodécimo lugar, con una renta per cápita de 12.554 euros. Sus vecinos navarros, en cambio, presentan mucho mejor balance: Azagra (14.134 euros), San Adrián (13.663 euros) y Andosilla (13.573 euros) superan con mucho la cifra calagurritana. Solo Sartaguda (12.525) empeora ese registro.

La herramienta estadística del INE permite comparar los datos desde el año 2015, primer ejercicio disponible. Aunque la alegría va por barrios, de nuevo son municipios navarros los que más incrementan, en términos porcentuales, su renta: Cadreita (37.3%), Mendavia (36,9%) y Sartaguda (34,5%) son los que más crecen. En la otra margen del río, destaca el caso de Rincón de Soto, que en siete años ha mejorado su renta per cápita de manera muy apreciable: si en 2015 marcaba unos magros 8.956 euros, en 2022 esa cifra alcanza los 11.668, lo que supone una subida del 30,2%. Sus vecinos de Aldeanueva de Ebro, quizá por el negativo impacto del negocio vinícola en los últimos años, se han tenido que conformar con una subida de 16,07%. En 2015 ambos municipios estaban prácticamente empatados y en 2022 Rincón muestra una pujanza muy superior (1.242 euros por cabeza de diferencia).

Si, en lado riojano, Aldeanueva es el pueblo cuya renta ha registrado un menor incremento, en la orilla navarra el farolillo rojo lo ostenta, con mucha diferencia, Azagra. Era uno de los municipios más ricos en 2015 (13.125 euros) y lo seguía siendo en 2022 (14.134), aunque con un crecimiento que no llega al 8%. En comparación, Calahorra, que hace siete años partía de una cifra mucho menor, ha mejorado su renta por habitante en un 25,9%.

Menor distancia en Rioja Alavesa

Sin embargo, la diferencia no resulta tan acusada entre los municipios de La Rioja Alavesa y sus vecinos de abajo. No obstante, si descontamos los casos particulares –por razones opuestas– de Logroño y Torremontalbo, los cuatro municipios con mayor renta por habitante son vascos: Elciego, que casi supera a la capital riojana (15.003 euros), Moreda (14.646), Laguardia (14.336) y Leza (13.398). Todos ellos tienen más renta que Haro (13.151), la ciudad más poblada del entorno.

Para extraer estos datos, el Instituto Nacional de Estadística utiliza los registros tanto de las Haciendas forales como de la Agencia Tributaria y los cruza con los el Fichero Precensal de Población. No se trata, por lo tanto, de una encuesta, sino «de una operación basada íntegramente en la explotación de registros administrativos», explica el INE.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Una brecha de renta se abre entre los pueblos navarros y sus vecinos riojanos