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Diego Marín A. y Yolanda Pérez
Logroño
Jueves, 10 de octubre 2024, 07:17
La hija de Idoia Salguero Aznar, Isla, de 4 años, acude al CEIP Navarrete 'El Mudo' de Logroño. Esta madre considera no solo que el precio del menú diario ha subido, sino que la calidad ha descendido y no corresponde con lo que se paga, ... por lo que decidió dejar de llevar todos los días a su hija al comedor y ya espera la implantación del servicio de 'tardones' en el centro.
– ¿Considera necesario el servicio de comedor escolar?
– En principio no la íbamos a traer este curso al comedor porque ya al final del último año la calidad dejaba mucho que desear y con el cambio de empresa no ponían ni el menú. Como familia, por la calidad, nos planteamos cambiar. Entonces yo me reduje la jornada y me encargué de estar con mi hija. El comedor es un servicio muy guay porque mi hija está con sus amigos, es el único momento en el que puede jugar con los mayores compartiendo el patio grande... Al final convenimos con mi hija en llevarla al comedor solo tres días a la semana.
– ¿Cree excesivo el precio?
– Viene tres días no por problemas económicos, pero sí es cierto que ahora cuesta menos en casa porque es un servicio caro. Y si me dices que mi hija come como una reina, yo lo pago bien a gusto, pero no es el caso. El otro día las albóndigas debían estar incomestibles. Y encima le tienes que poner más merienda porque no ha comido segundo plato. Porque ni a las niñas mayores les parecían comestibles las albóndigas. Por 8 euros.
– O sea, que no se corresponde lo que se paga con lo que se sirve, ¿no?
–A nosotros nos ha tocado Mediterránea y se supone que se exige en el pliego unas horas de elaboración de la comida, pero hemos visto el camión descargando en el colegio a las 09.00 horas, osea que sale de la cocina al menos a las 08.00, por lo que pasan 6 horas desde que la comida se hace hasta que se sirve. Las albóndigas, por ejemplo, pasan a ser una pasta plana.
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– ¿Temen que sea perjudicial para los niños?
– Hoy [por ayer] hemos estado en el médico porque mi hija está con dolores en el estómago. No sé si está asociado a la alimentación. Unos días Isla llega a casa y dice que está asqueroso, aunque otros, la verdad, también dice que está buenísimo, pero es que debería ser todos los días buenísimo por ese dineral.
– ¿Han notado un descenso en el número de comensales en el comedor escolar de su colegio?
– Hay muchos menos niños, es evidente. También hay mucha incertidumbre. Hay un servicio de 'tardones' que estamos intentando poner en este colegio para dar tiempo a las familias. Buscamos esa posibilidad desde el Ampa porque la gente lo necesitamos. Lo que se comenta es que se están cargando el comedor y, para mí, forma parte de la educación de nuestros hijos, no solo las materias. Y en centros como estos, que tienen cocina propia, con esa facilidad, se da ese descontento, y pagando 8 euros al día, porque la cocina no funciona.
– ¿Si existiera el servicio de 'tardones' cambiaría a su hija a él?
– No porque mi hija es muy pequeña. Si fuera más mayor... A mi sobrina, que es mayor, sí la cambiaría.
– ¿Ha solicitado una beca?
– No. Pero nos estamos planteando que pagamos lo mismo o casi que los que van al completo porque cada centro elige cómo se distribuye el pago, así que llevándola tres días casi pagamos como si fuera completo. La incertidumbre es alta y genera tensión y desgana.
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