El campo pierde un tercio de su empleo y el 9,6% de peso en el PIB en una década

Las OPA (Organizaciones Profesionales Agrarias) no comparten esta visión. ARAG-Asaja, UAGR y UPA opinan que no hay rentabilidad suficiente ni garantizada partiendo de unos precios de origen mínimos, la entrada de jóvenes al sector es insignificante, padecen la competencia desleal de las producciones de países terceros (eximidas de los estrictos y múltiples controles que se exigen a las producciones locales) y los ataques de la fauna silvestre vienen a ejercer de rejón de muerte para muchos cultivos y cabezas de ganado. Sobre este último aspecto, Nagore reconoce que «es necesario lograr un equilibrio adecuado, pero se trata de un problema complicado de resolver a corto plazo»

Según los principales indicadores agrarios, en la última década el sector riojano ha recortado 180 hectáreas de superficie cultivada (descenso del 8,6%) y 4.193 toneladas de producción (5,5%). Y estos retrocesos se han unido a los registrados tanto en el empleo como en el peso del agro sobre la economía riojana. En concreto, el sector ha perdido en los últimos años 1.683 afiliados a la Seguridad Social por cuenta ajena, lo que supone una caída del 32,2%, mientras que la agricultura y la ganadería sólo aportaron 392,8 millones al Producto Interior Bruto (PIB) regional el año pasado, que ascendió a 8.391,3 millones de euros. Es decir, exclusivamente el 4,7% de la riqueza de la comunidad se genera en el campo: ni cinco de cada cien euros. Además, y comparado con el dato del 2008, se ha producido una caída del 9,6%, cuando con 433,1 millones representaba el 5,2% del PIB.

«Aun así, los datos riojanos duplican la media nacional», subraya Nagore para quien estas cifras son «las normales y lógicas». Al mayor desarrollo de otras actividades económicas se añade que las explotaciones cada vez son más grandes, persiguen mayor rentabilidad y las labores están más mecanizadas. Así que la capacidad de crecimiento del sector es «limitada» y, por ello, hay que incidir en la industria de transformación agroalimentaria, que está ligada a la producción y «que es la que genera valor añadido».

En cuanto a los precios en origen, el consejero reconoce que no han crecido y aventura que es «muy complicado» que lo hagan porque «estamos en la globalización y los precios se mueven por parámetros del comercio mundial». Por eso, y con el fin de ganar rentabilidad, Nagore considera que los profesionales riojanos tienen que hacer dos cosas: «Crecer, y reducir costes incrementando rendimientos». Aumentar la productividad, en síntesis.

Por otro lado, y en relación a las quejas de las OPA sobre la competencia desleal de países terceros, el representante del Ejecutivo riojano reconoce que «no les falta razón» y aboga por realizar «mayores controles en frontera». Con todo, recuerda «el montón de ayudas que se articulan a través de la PAC para proteger a los productores europeos y compensarles».

En este sentido y de cara a la nueva negociación que abrirá Europa, se declara contrario a que los agricultores que perciben ya un complemento de jubilación sigan cobrando las ayudas directas. De esta forma se estimularía que los agricultores jubilados «liberasen sus explotaciones a los jóvenes, recibiendo por ello un complemento a su prestación de retiro, ya que ese es un factor que está limitando mucho el acceso a una explotación».

No obstante, y como mensaje final para animar a la juventud a ver en el campo su futuro profesional, el consejero hace un llamamiento al sector a «no caer en el pesimismo» y «venderlo como una actividad atractiva, con futuro y rentabilidad, y que es muy gratificante».