El calzado se resiente del coste de la luz y del cierre de mercados por la guerra

Lo que ya comienza a sentir el sector zapatero riojano es el doble impacto que está suponiendo la crisis del aumento del coste de los materiales de producción y la caída de pedidos por el impacto por la guerra en Ucrania. Antes de que comenzara la invasión hace un mes, Rusia suponía el séptimo destino de las exportaciones riojanas de calzado, con una facturación media anual de 40 millones de euros.

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Asimismo, aunque con menor tamaño y población, las empresa riojanas exportaban alrededor de 5 millones de euros a Ucrania. «Como a toda la economía española, la guerra afecta al sector del calzado en una caída de pedidos: tanto desde Rusia y Ucrania como desde los países limítrofes, donde sentimos la cautela y el temor sobre qué va a ocurrir con el conflicto bélico, de forma que están ya pensando en salvaguardar y proteger su propio producto y el comercio interno», expone Javier Oñate, secretario de la Asociación de Industrias del Calzado y Conexas de La Rioja (AICCOR).

Sobre los costes de producción, el principal impacto en las empresas del calzado en estas fechas es el aumento del precio de la electricidad. «En un sector manufacturero como el nuestro, dependiente de la unión hora- hombre-máquina, el incremento de costes de luz es brutal», señala Oñate. «Si esto continúa a largo plazo –termina–, tendremos que buscar una alternativa a la pérdida de exportaciones, pensando en otros países a los que destinar la producción».