
Secciones
Servicios
Destacamos
El Casco Antiguo de Logroño dice adiós al proyecto de Bosonit para acoger su nueva sede, un edificio ideado por el prestigioso arquitecto japonés Kengo Kuma que pasará a formar parte del listado de proyectos que se quedan en el cajón de los deseos. La empresa tecnológica anunció este miércoles su renuncia a la construcción en la parcela del número 20 de la calle Marqués de San Nicolás de un edificio que siempre ha estado rodeado de controversia.
Y precisamente esta «falta de garantías» ante las acciones de «terceros implicados en la operación urbanística del solar» ha pesado más en la decisión de los responsables de la compañía que los más de dos millones de euros que ya habían invertido en la compra de los terrenos (en torno a 1,5 millones) así como en los proyectos encargados a Kuma (700.000 euros). Bosonit ya ha solicitado al Ayuntamiento de Logroño la resolución, de mutuo acuerdo, del contrato vinculado a este edificio.
Y en una carta remitida a la Dirección General de Alcaldía solicita, asimismo, dejar sin efecto la transmisión del solar y, lo que es más importante, «procediendo a la devolución del precio abonado», ese millón y medio de euros que pagó la tecnológica.
Con lo que aquel pacto que ambas partes alcanzaban a primeros de junio de 2024 para que Bosonit rebajara dos plantas su futura sede y alinearla con los inmuebles colindantes no ha servido para hacer viable el proyecto. En su comunicado de renuncia emitido ayer a última hora y que también trasladaron a sus trabajadores, la tecnológica recuerda que en el trámite de información pública de este proyecto hubo asociaciones como Ecologistas en Acción en La Rioja, Amigos de La Rioja o Rioxa Nostra que presentaron alegaciones contra el convenio y en particular «contra la compensación –del Consistorio a Bosonit– por reducción de edificabilidad y la posibilidad de obtener licencia de edificación antes de la entrada en vigor de la consensuada modificación puntual del Plan General».
Estos rechazos al proyecto en el Casco Antiguo se sumaban a otros que habían llegado con anterioridad por el temido impacto visual en el entorno histórico-artístico y sobre las iglesias de Palacio y San Bartolomé. El comité español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) reprobaba el plan de Bosonit y pedía evaluar su impacto patrimonial antes de actuar, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando reclamaba «detener» las actuaciones para construir la sede y el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja advertía de que la sede podría tener un volumen «desproporcionado».
Esta sucesión de alegaciones ha generado «inseguridad jurídica» entre los responsables de Bosonit, que también detallan en su comunicado de renuncia «las cambiantes circunstancias del mercado tecnológico, muy exigente y condicionado por la necesidad de adoptar decisiones empresariales ágiles», y también dan argumentos económicos como el «encarecimiento de costes» en la construcción en los últimos años.
Con lo que la empresa tecnológica no levantará nueva sede ni en el Casco Antiguo ni en otro lugar de la ciudad. Pero mantiene su compromiso de continuar con su actividad en Logroño, en concreto en la Gran Vía donde ya suma tres plantas en un edificio de oficinas y centralizará ahí toda su actividad para acoger a los más de 220 trabajadores directos –ahora hay algunos en otro local en la calle Portales–.
1 / 5
Mucho se ha venido hablando desde marzo de 2023, cuando el proyecto básico del controvertido edificio salió a exposición pública tras la solicitud la licencia conjunta de obras y ambiental, pero la única certeza era que Bosonit ya había invertido más de dos millones de euros en su centro. Y ello al mismo tiempo que Ayuntamiento de Logroño y Gobierno de La Rioja lo habían facilitado durante el pasado mandato.
Noticias relacionadas
Así que si tras las dudas de los nuevos ejecutivos local y regional dado el devenir de los acontecimientos –incluso con tribunales de por medio– el caso llevaba inevitablemente a una encrucijada, nadie podía permitirse que se tornase directamente en un callejón sin salida.
El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y Bosonit a primeros de junio del año pasado suponía que la empresa iba a mantener su centro de alto rendimiento de nuevas tecnologías en el Casco Antiguo de Logroño, en la parcela situada en la calle Marqués de San Nicolás, 20 con un «nuevo proyecto» (readaptación según la propia empresa, pues mantendría su esencia) que rebajaría alturas respetando la integridad patrimonial del entorno y traspasando esa edificabilidad a otra parcela. La altura del edificio se rebajaba en dos plantas, cumpliendo de esta manera los requerimientos determinados por organismos como Icomos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Horarios, consejos y precauciones necesarias para ver el eclipse del sábado
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.