Bebés intercambiadas al nacer en Logroño
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Bebés intercambiadas al nacer en Logroño
La madre biológica de una de las niñas reclama que figure legalmente como su hijaEl caso de las bebés intercambiadas al nacer en 2002 en el antiguo Hospital San Millán sigue dando una nueva vuelta de tuerca. En el entramado de litigios, recursos y reclamaciones patrimoniales por el «daño irreparable» que aquel error ocasionó a las hoy ... veinteañeras y que nadie cuestiona, en el Juzgado de Familia de Logroño reposa un nuevo asunto sobre el que aún no se ha pronunciado.
Se trata de la petición de la supuesta madre de la bebé que finalmente fue cuidada por su abuela y que resultó no ser su madre biológica para que la niña que se ha criado durante más de 20 años con otro matrimonio –sus padres a todos los efectos en el Registro Civil– sea reconocida legalmente como su hija biológica.
Precisamente, la madre que ahora reclama la filiación de la niña tenía, al igual que el padre, una discapacidad incapacitante por lo que su supuesta hija estuvo al cargo de la abuela materna y fue ésta quien destapó el caso al reclamar una pensión alimenticia al presunto padre. El progenitor se negó y las pruebas de ADN confirmaron después que ni él era el padre ni ella la madre.
A partir de ahí se inició un intrincado proceso judicial de reclamación de indemnización que el propio Consejo Consultivo reconoció. La cantidad con la que, a juicio del órgano de asesoramiento, debía ser compensada la primera de las menores que recurrió a a la vía administrativa alcanzaba los 850.000 euros.
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El Consejo Consultivo en un informe sobre el caso insistía una y otra vez en la gravedad del daño y en la necesidad de calificarlo conforme a su auténtica naturaleza: «La actuación administrativa entrañó para la interesada la vulneración de bienes jurídicos de indudable relevancia constitucional por cuanto desconoció su derecho a la identidad y, por ende, conculcó particularmente sus derechos fundamentales a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen» y lo hizo «del modo más intenso que pueda imaginarse» impidiendo «desde el momento inicial de la vida, la normal incorporación a su núcleo familiar de origen».
En el mismo documento, el Consejo recordaba que la reclamante nació en el seno de un matrimonio que la quería como propia y al que no fue entregada pese a que así debía haber sido. Y no lo fue ni por voluntad de sus padres ni por una decisión judicial fundada en el interés superior de la entonces bebé, «sino como consecuencia de un lamentable error cometido por la Administración sanitaria.
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