«Esto es una plaga. El campo está arrasado»

La gravedad es tal, explica Merino, que ·de 3.000 cerezos que planté, he tenido que arrancar la mitad·. «No tiene sentido que recibamos ayudas para nuevas plantaciones y luego las tengamos que arrancar por algo como esto, que es controlable». En agosto ya explicaba a este periódico que «la diferencia con otros años es que la plaga aumenta y, si antes en verano te dejaban más o menos tranquilo, los daños disminuían, ahora al haber bastante más población siguen comiendo», y añade que «antes, en verano, aunque afectaban a las ramas, comían uvas o frutas del suelo y no ocurría lo de este año. Están destrozando los troncos de los árboles, algo que hasta ahora sólo ocurría durante el invierno».

El daño que este animal causa es muy sencillo de explicar: se van comiendo la corteza, la savia se corta y el árbol se seca. La solución podría parecer tan sencilla como proteger las plantas, pero eso tampoco sirve. Los conejos son tan habilidosos que levantan el plástico, trepan o se comen la malla, y acceden igualmente. «Para cuando te das cuenta te has quedado sin árboles», explica.

En la problemática se ven inmersos tanto agricultores como administración y cazadores. «El problema es que los cazadores no cazan por obligación, sino por diversión. Y no pueden cazar siempre que quieren. Si da la casualidad de que una persona es agricultor y cazador, se encarga de su propia finca. Pero no es tan fácil. Además de que cada vez hay menos«.

Prácticamente toda La Rioja Baja está afectada por este problema, que ya se va extendiendo por muchas más áreas. «En Quel, Arnedo, Alfaro, Rincón de Soto, Aldeanueva de Ebro, Bergasa, Tudelilla, El Villar de Arnedo... están desesperados, y la plaga va avanzando y ya están por Fuenmayor y en algunos lugares de La Rioja Alta también se empieza a notar«, añade.

Este agricultor asegura que «el único afectado es el agricultor y da igual que sea de cerezos, ciruelos. almendros, viñas... Todo lo que nos ponen son pegas y problemas». Las quejas de los agricultores son constantes, pero los cazadores y les dicen que hacen lo que pueden. «Esto depende de Medio Ambiente y de los cazadores, y entre unos y otros no se soluciona».