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Un vehículo accede al parking de Gran Vía Centro, el más barato de la ciudad por día. JUAN MARÍN
Para aparcar en el centro de Logroño hay que pagar

Para aparcar en el centro de Logroño hay que pagar

Las plazas en rotación son una opción habitual, con un coste desde 95 céntimos por hora hasta 25 euros al día

Sergio Martínez

Logroño

Domingo, 19 de febrero 2023, 01:00

Logroño se ha embarcado en los últimos años en una remodelación de su espacio público, un nuevo reparto no exento de polémica, en el que el coche pierde algo de su predominante terreno en favor del peatón pero también de autobuses o bicicletas. Y cada actuación provoca consecuencias, como la evidente reducción de las plazas de aparcamiento gratuitas en el centro de la ciudad, que ha provocado que muchos echen la mirada a los parkings subterráneos en rotación como opción tanto puntual como habitual. Pero todo ello tiene un coste: entre 2,45 y 2,90 euros a la hora y de 12 a 25 euros al día por una plaza.

Más allá de aquellos espacios destinados a residentes, Logroño cuenta con diez aparcamientos subterráneos en rotación, siendo el de la Estación de tren el más periférico, justificado por el trasiego de viajeros que soporta y, especialmente, soportará con la futura terminal de autobuses. Fue el penúltimo en entrar en funcionamiento; el más reciente, el del Palacio de Justicia.

Las plazas en rotación, aquellas en las que se paga por tiempo de uso y que rondan las 2.000 en toda la ciudad, han ganado protagonismo, aunque más como una solución cotidiana para aquellos que necesitan aparcar día a día en el centro que para momentos específicos, tal y como se extrae de las conclusiones que transmiten los gestores de los parkings. «Han aumentado los abonos mensuales, la mayoría de comerciantes o gente que trabaja en el centro», señalan desde el parking Plaza de La Paz. Similar mensaje al que trasladan desde el de avenida de España: «Tenemos más abonos de 24 horas, son ahora más los vehículos que están todo el día».

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Pese a lo que pueda parecer, no se ha sentido un crecimiento en la rotación más pura, en la de coches que pasan unas pocas horas, la que se relaciona más estrechamente con necesidades puntuales o con el ocio: compras, comidas, visitas... Entre los motivos de este estancamiento, e incluso bajada, en este tipo de estacionamiento, se apunta a las molestias del tráfico, al descenso del consumo y a que cada vez más logroñeses deciden acudir al centro andando o en autobús.

Más o menos, sigue siendo un servicio popular, principalmente los fines de semana, y parking a parking, el coste de estacionar bajo tierra varía. Tomando una hora como medida, el más barato de Logroño es el de la estación de tren, con un coste de 1,29 euros, si bien no es significativo, ya que el resto de aparcamientos en rotación cuentan con tarifas bastante más elevadas. Los de avenida de España y el Palacio de Justicia, con 2,45 euros por hora, y el de Gran Vía Centro (2,50) son los siguientes más económicos, con los de La Paz (2,93) y Jorge Vigón (de hasta 3 euros en horas punta) como los de mayor coste.

De 12 a 25 euros por día

Diferencias más amplias se observan en el máximo por día de cada aparcamiento, el momento en el que la cuenta deja de correr. En ello, los dos de Gran Vía son los más baratos, con un precio de 12 euros por 24 horas de estacionamiento, seguido por los de la Estación de tren (15), Jorge Vigón (16), Primavera (16,75) y Ayuntamiento (17,8). El tope se paga en el Espolón y en Plaza de La Paz (25 euros). Muchos de los parkings cuentan con ofertas que abaratan estos importes, por ejemplo realizando reserva a través de una aplicación móvil, además de bonos de varios días, pero el usuario debe ser previsor para aprovechar esas situaciones.

En cuestión de pagar por aparcar, sigue siendo más barato el sistema ORA: las zonas verdes y azules. En las primeras, el tiempo máximo es de 90 minutos, mientras que en las azules el periodo aumenta a 120. En cuestión de precios cuentan con tarifas idénticas, con 0,95 euros al llegar a la hora, un coste claramente inferior al de los parkings subterráneos. Además, un coche puede permanecer sin pagar, aunque con ticket, 15 minutos entre semana y 60 los sábados. La zona verde, por su parte, prioriza a los residentes y comerciantes, que pueden estacionar de forma gratuita durante la mañana o la tarde.

Y es que en cuestión de aparcar a coste cero, la búsqueda de las líneas blancas es cada vez más intrincada en el centro de Logroño, tendencia que se asemeja a lo que ocurre en la mayoría de ciudades del país. Ante ello, una solución son los aparcamientos disuasorios, esas amplias zonas gratuitas apartadas del centro urbano en las que resulta sencillo encontrar sitio para el coche, fomentando que los conductores y ocupantes se conviertan en peatones o en usuarios del transporte público para acercarse a otros puntos de la ciudad . En Logroño son varios los ejemplos de estos parkings: Palacio de los Deportes, antiguo ferial, los ubicados junto a los cines 7 infantes, Pintor Rosales, Las Norias, Hospital San Pedro, Universidad y Centro Comercial Berceo. También pueden considerarse en este listado el aparcamiento entre el Domingo Ochoa y el Caballero de la Rosa o uno de los más populares, el que se encuentra en la zona del Revellín y el convento de Valbuena, pegado al Casco Antiguo.

Búsqueda de rotación

Hace unos días, el Ayuntamiento anunciaba su solicitud de los terrenos del antiguo hospital San Millán precisamente para la instalación de un nuevo aparcamiento a cielo abierto, compensatorio y disuasorio. A esta actuación alude Jaime Caballero, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, a la hora de valorar las opciones de estacionamiento de la ciudad, incidiendo en «un buen servicio de transporte público» desde estos parkings y a la necesidad de «cambiar la percepción del uso del espacio público y solucionar la larga estancia de otra manera, con aparcamientos privados, subterráneos o disuasorios».

En relación a la reducción de plazas o la transformación en verdes y azules, Caballero apunta a que «en todas las actuaciones se ha realizado un estudio previo de la zona sobre coches censados y garajes para atender a la necesidad residencial». Señala el concejal en que «el problema es que hay mucho coche almacenado» en la vía pública, y es que «en el momento que se introducen parámetros de rotación surgen plazas libres». «El estacionamiento en superficie debe cubrir necesidades logísticas de la ciudad: carga y descarga, acercar a personas a su hogar, actividades puntuales...», recalca Caballero, subrayando la rotación de vehículos como elemento clave.

Los parkings subterráneos pueden ser aliados en esta ecuación, como asume el concejal al desvelar que desde el Ayuntamiento se han reunido con sus empresas gestoras para tratar de que establezcan precios inferiores, similares a los del sistema ORA.

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