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Concha Andreu recibe el aplauso de la bancada socialista tras la votación de ayer que confirmó su investidura. :: juan marín

Andreu: «Vamos a gobernar para todos pero no al gusto de todos»

La socialista se alza por fin como la primera presidenta de La Rioja y finiquita 24 años de dominio del PP en el Palacete de Vara de Rey

Teri Sáenz

Logroño

Miércoles, 28 de agosto 2019, 07:27

Muy pocas veces la expresión 'momento histórico' estuvo tan plena de sentido como a las 13 horas de ayer en el Parlamento de La Rioja. Los 17 votos a favor de la candidatura de Concha Andreu la auparon definitivamente como presidenta de La Rioja, rompiendo de esa manera la hegemonía que el PP ha mantenido las seis últimas legislaturas (sólo la última sin mayoría absoluta) e inaugurando una nueva etapa con un gobierno de coalición de izquierdas en el que Podemos-Equo ostentará una consejería e IU concede su apoyo externo.

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La sesión, llamada a cumplir el trámite de la investidura de Andreu tras el primer intento fallido de julio y el acuerdo alcanzado con la formación morada tras unas agrias negociaciones, no estuvo sin embargo exenta de emoción. Raquel Romero abrió el turno de portavoces confirmando su cambio de parecer y el voto favorable. «Tras 24 años de gobierno de la derecha, nuestra tierra va a conocer la alternancia y a saber que se pueden hacer las cosas de otra manera», empezó diciendo para, en un tono antagónico al que en primera instancia tumbó las opciones del PSOE, pedir perdón por estas semanas de tensión. «Lo siento: los riojanos no se merecen el espectáculo que hemos dado y asumo mi parte de responsabilidad», confesó achacando el cambio de criterio de su formación hasta conceder su imprescindible apoyo a la prevalencia del interés común. «No ha sido fácil y muchos han querido imponer sus intereses personales, intentando rompernos y hasta humillarnos», relató en su primera intervención antes de abandonar luego durante unos minutos y entre sollozos el escaño, sembrado las dudas sobre su decisión definitiva que finalmente se mantuvo inalterada.

Tampoco IU dio lugar a la sorpresa. Henar Moreno se reafirmó en el 'sí' que ya otorgó a Andreu en julio a cambio de un pacto programático -al que luego también se ha adherido Podemos-Equo incluyendo más cláusulas- cuyo cumplimiento será el termómetro de su respaldo. «Nuestro apoyo no es un regalo», sentenció. La también vicepresidenta del Parlamento advirtió a la sucesora de José Ignacio Ceniceros al frente del Palacete que la primera prueba de fuego será la negociación de los Presupuestos de La Rioja del próximo ejercicio, cuestionando a Andreu los guiños a la centralidad que incluyó en su discurso del lunes. «No se puede gobernar para todos; hay que elegir y demostrar que en La Rioja son posibles otras políticas frente a la derecha», remachó antes de la réplica a sus socias de gobierno por parte de la aspirante del PSOE, cuya puntualización dejó uno de los titulares de la jornada y quizá el espíritu que guiará su mandado: «Vamos a gobernar para todos pero no al gusto de todos». «Tendrán que acostumbrarse», apostilló girando la vista a las bancadas de la oposición, desde donde tampoco se alumbraron más novedades que un aumento del calibre de su rechazo.

Pablo Baena fue el primero en afear desde la derecha a la próxima presidenta por «el bochorno» de conformar un gobierno «a cualquier precio». «Les ha importado todo un comino con tal de pisar moqueta», censuró el portavoz del Grupo Ciudadanos acusando a Andreu de «dejarse chantajear» por Podemos a cambio de su vital apoyo. «¡Vaya tropa! Con tal de dejarles participar del chiringuito y colocar a los suyos les hubieran creado una Consejería de la Marina Mercante en La Rioja», ironizó Baena en un discurso trufado constantes referencias a la coyuntura en el resto de territorios y a escala nacional y la promesa de que su partido «protegerá a los riojanos del 'sablazo' que se les avecina por un gobierno sectario». El «radicalismo» del nuevo Ejecutivo fue también el razonamiento que enarboló el PP para su rechazo a Andreu.

«Usted no puede ser la presidenta de todos los riojanos desde la extrema izquierda», espetó Jesús Ángel Garrido a la socialista al pronosticar un cuatrienio de «inestabilidad» dada la heterogeneidad y recelos mutuos entre las tres 'patas' del Gobierno. Un diagnóstico al que el portavoz del Grupo Popular agregó la «obsesión» por atacar la enseñanza concertada y «demonizar» la colaboración público-privada en materia sanitaria.

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Sin extremismos

Andreu empleó argumentos parejos para replicar a la oposición. «Es muy difícil distinguir a Cs y el PP en su discurso», les recriminó para, a la vez que insistió en que lejos de caer en extremismos -«no nos podemos permitir ese lujo»- su mandato estará guiado por la equidad priorizando todo lo público, cargar contra la derecha. A los populares, enfatizando que «son el único partido que ha robado el dinero de los españoles» y aún queda pendiente en La Rioja explicar cómo se financió la sede de Duquesa de la Victoria a la vista de los apuntes en los 'papeles de Bárcenas'; a la formación naranja, censurando su viraje después de haberse postulado como una fuerza que podría romper la inercia clientelar. Y a ambos, por blanquear a VOX y hacer suyos así postulados retrógrados que atentan contra principios básicos. «Cuando se arrepientan de haber pactado con ese partido franquista, hablaremos», dijo.

Sobre esas bases, Andreu defendió la legitimidad y fortaleza de su propuesta. «La izquierda no ocupa las instituciones, gana las elecciones», remachó recalcando el afán por construir en La Rioja una «sociedad viva, libre e igualitaria».

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