Andreu reivindica desde San Millán «diálogo y entendimiento en este país»

En su segundo año como jefa del Ejecutivo regional, el segundo también de pandemia, en una intervención impregnada de un olor a optimismo por la proximidad del fin de la crisis sanitaria, Andreu se ha referido al Estatuto de Autonomía de La Rioja, que en 2022 cumplirá 40 años. Ha recordado que la ley de reforma del texto se inició en el Parlamento de La Rioja en junio del 2017 y tras su tramitación parlamentaria, fue aprobada dos años después, en abril del 2019, en un pleno extraordinario celebrado precisamente en el monasterio de Yuso.

El pasado mes de mayo, superado el intervalo en su tramitación demorado por la pandemia, las Cortes Generales tomaron en consideración la reforma, «que fundamentalmente recoge una equiparación competencial e institucional» con el resto de comunidades autónomas y también, «y no menos importante, un esfuerzo ético para limitar al poder, combatir privilegios y reducir lo máximo posible la posibilidad de que se produzcan conductas intolerables en el ejercicio de responsabilidades públicas», ha señalado.

Ha apelado a ser «conscientes y consecuentes» con un sistema autonómico que «ha sido la clave de bóveda de la convivencia y avance de la España democrática en las últimas décadas». De ahí que haya conminado a no olvidarlo «ni dar un paso atrás, pues entrañaría una grave irresponsabilidad y un gran peligro, de consecuencias insospechadas».

Con numerosas alusiones a la pandemia a lo largo de toda su intervención, se ha referido a la misma celebración pero 365 días atrás. «El 9 de junio del año pasado, 2020, nos costaba mucho, mucho, encontrar las palabras para iniciar esta jornada. Y la entereza para pronunciarlas... era una versión del mundo para el que no teníamos apenas palabras», ha señalado. Sin embargo, ahora «nos encontramos en un doble ecuador: en el de la superación –dilatada y con altibajos– de la pandemia, gracias al comportamiento responsable de una inmensa mayoría de la ciudadanía y a la vacunación» y, por otro lado, en el ecuador de la legislatura. Es momento, por tanto, de «reactivar agenda y el programa con el que nos comprometimos con la sociedad riojana, un trabajo que se ha visto en ocasiones mediatizado cuando no imposibilitado por el orden de prioridades impuesto por la crisis sanitaria, y su gestión».

El COVID centró la preocupación y los esfuerzos del Ejecutivo, ha señalado, «siendo conscientes de los otros efectos colaterales de la pandemia, que han abierto brechas y frentes en zonas sensibles de nuestra sociedad: el empleo y la economía. Solo desde la inmunidad frente al COVID-19 podemos afrontarlos con fuerza y recursos».

Finalmente, ha tenido palabras para cada uno de los galardonados este año: Fundación Dialnet y el grupo de investigación 'Gestión y control químico y microbiológico de los procesos enológicos' (GESVIN), dependiente del Instituto de la Vid y del Vino, que recogieron la medalla de honor; y el filólogo Miguel Ibáñez Rodríguez, nombrado Riojano Ilustre.