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En el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra un hombre acusado de arrojar a su pareja por el balcón en Calahorra, ... los testigos de la defensa han coincidido en declarar que el procesado no era un hombre violento ni habían presenciado episodios agresivos ni antes ni mientras mantenía una relación con la víctima.
Entre los testimonios, la exsuegra del procesado, que se trasladó a vivir con ella cuando salió en libertad provisional, ha comentado que le conoce desde hace unos 20 años. Por entonces, matenía una relación con su hija y en ese tiempo no «tuvo ningún arrebato» ni fue un hombre violento. «Como toda pareja tenían discusiones, pero nunca llegaba a las manos». Fruto de aquella relación tuvieron una hija que, a día de hoy, «adora a su padre», ha incidido.
El hijo de 17 años de una expareja del procesado ha sido el siguiente en comparecer. Convivió con él desde 2009 hasta 2021 y durante ese tiempo nunca vio que maltratara a su madre. «Tenían sus discusiones, como todas las parejas, pero nada más». Preguntado por cómo era el acusado con él, ha dicho: «Siempre ha sido como un padre para mí».
La prima del encausado ha manifestado en la misma línea que los anteriores que ni era un personas agresiva ni había protagonizado sucesos violentos. Este testigo también conocía a la víctima. Coincidió con ella en una fábrica en la que trabajaban juntas, incluso compartían vehículo y vestuario y nunca en ese tiempo le vio golpes y eso «que nos vestíamos y cambiábamos juntas». De ella ha dicho que era una persona muy celosa. Durante el almuerzo no comía, estaba todo el rato pendiente del móvil para saber dónde estaba su pareja.
Un vecino de la zona ha relatado un hecho que vivió con la entonces pareja. Una noche el acusado se presentó en su casa, llorando «como un niño», con heridas en un costado y en «gayumbos o bañador», no se atrevía a volver a casa. Le mostró un vídeo en el que supuestamente ella le amenazaba a él con unas tijeras y le recomendó que lo denunciara o por lo menos que dejara consancia de lo ocurrido. Luego le acompañó hasta su casa. Poco más supo del procesado, cree que sentía verguenza porque ni la había dejado ni la había denunciado.
Una mujer que se encontraba en el bar la noche en la que todo se desencadenó, ha comentado que fue ella, la víctima, quien «buscaba la bronca». «Él pasaba, pero ella iba todo el rato a buscarle. Estaba tan alterada que pensábamos que iba a acabar muy mal». Esta misma testigo ha recordado también que en una ocasión la víctima atacó a su pareja con unas tijeras.
El juicio, en el que el acusado se enfrenta a 10 años y 11 meses de cárcel por los delitos continuado de violencia de género e intento de homicidio, continúa este martes con la declaración de varios efectivos de la Guardia Civil.
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