Sudáfrica acusa a Israel de «incitar al genocidio» en Gaza ante la Justicia

Tras condenar el brutal ataque del grupo islamista del 7 de octubre, que costó la vida a 1.200 personas en las comunidades vecinas a la Franja, el ministro de Justicia sudafricano, Ronald Lamola, recordó que «ningún ataque puede justificar o defender violaciones de la Convención sobre el genocidio». La exposición de la demanda incluyó los bombardeos masivos que sufre Gaza, el alto número de civiles muertos, la mayoría mujeres y niños, el cerco por tierra, mar y aire que imposibilita la entrada de agua, comida y medicinas o el desplazamiento forzado de población. La narración de los hechos estuvo reforzada por las incendiarias declaraciones de los representantes políticos llamando animales a los gazatíes, a borrar este enclave del mapa o pidiendo el uso de la bomba atómica. El equipo de Pretoria concluyó que las autoridades del país «incitan a cometer actos genocidas» a sus soldados.

Los israelíes sabían que la demanda incluía estas declaraciones y su primer ministro, Benjamín Netanyahu, quiso aclarar poco antes del inicio de la sesión en La Haya que «no tenemos plan alguno para desplazar a la población de Gaza fuera de la Franja». El periodista Barak David destacó que «es la primera vez» que el mandatario enviaba este mensaje y que lo hizo sólo en inglés, no en hebreo. El líder judío ofreció la explicación en un mensaje de vídeo para intentar contrarrestar las declaraciones de algunos de sus socios de gobierno que llaman abiertamente a la expulsión masiva de palestinos y la vuelta a levantar colonias.

Pasado el turno de los demandantes, en la segunda sesión llegará el momento de que Israel pueda defenderse. A la espera de conocer la estrategia del equipo legal desplazado a La Haya, las autoridades del Estado judío reaccionaron de manera firme a lo que se pudo escuchar ante el máximo órgano de Justicia de Naciones Unidas.

El Ministerio de Exteriores señaló en un comunicado que este proceso «es una de las mayores muestras de hipocresía de la historia, agravada por una serie de afirmaciones falsas y sin fundamento» y acusó a Sudáfrica de funcionar «como brazo legal de la organización terrorista Hamás». En opinión de la diplomacia israelí, las autoridades de Pretoria «buscan permitir que Hamás vuelva a cometer los crímenes de guerra, contra la humanidad y sexuales que cometieron repetidamente el 7 de octubre».

Danny Danon, exembajador israelí ante la ONU, declaró en su perfil de X que «en el escenario más absurdo, la única democracia de Oriente Medio y el único Estado judío del mundo se ve obligado a defender su derecho a la autodefensa contra un enemigo despiadado y sediento de sangre».

El proceso fue seguido muy de cerca en Israel y los principales medios digitales ofrecieron en directo las más de tres horas de sesión. Sobre la mejor estrategia de defensa, diarios como 'Maarev' apuntaron a que el Shin Bet habría elaborado un informe en el que recomienda defender atacando y «avergonzar a Naciones Unidas por su complicidad con Hamás». Las pruebas consistirían en demostrar que empleados de UNRWA (la agencia de la ONU que trabaja con los refugiados de Palestina) participaron en el ataque del 7 de octubre, que Hamás emplea las escuelas como tapadera para sus túneles y que los contenidos educativos que se imparten en estas escuelas enseñan contenidos que incitan al odio contra Israel.