Netanyahu disuelve el gabinete de guerra tras la marcha del moderado Gantz

El primer ministro llevaba tiempo recibiendo peticiones de los socios nacionalistas-religiosos de su coalición, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, para ser incluidos en el gabinete. Netanyahu no dio nunca el visto bueno a su entrada porque hubiera supuesto un aumento de la tensión con instituciones internacionales y, sobre todo, con Estados Unidos, que busca una salida negociada al conflicto.

«El gabinete de guerra no existe. Era un acuerdo de coalición con Gantz, a petición suya. Una vez que Gantz se fue, dejó de existir ese foro», zanjó el dirigente israelí este lunes en declaraciones recogidas por el diario 'Israel Hayom'. A partir de ahora el mandatario celebrará consultas sobre la guerra de Gaza con un pequeño grupo de ministros, entre ellos el titular de Defensa, Yoav Gallant, y el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer. Según el diario 'Yediot Aharonot, Ben Gvir no será invitado.

La presión interna y externa aumenta sobre Netanyahu. La oposición le insiste en alcanzar un acuerdo con Hamás para liberar a los casi 130 rehenes aún cautivos y, además, le exige la convocatoria de elecciones. En la otra trinchera, sus socios de ultraderecha le animan a arrasar la Franja e incluso a extender la guerra al Líbano para acabar con Hezbolá.

Estados Unidos ha desplazado un enviado especial a Israel para tratar de rebajar la tensión después de que las Fuerzas de Defensa insistieran este lunes en que la situación «está al borde de un conflicto amplio que podría tener consecuencias devastadoras para Líbano y la región». El ejército denunció el hostigamiento «continuo» de Hezbolá, al que acusó de ejercer de «escudo de Hamás» y aseguró que esta milicia ha lanzado ya más de 5.000 cohetes y misiles sobre suelo israelí.

La decisión de poner fin al gabinete de guerra se produce, por lo tanto, en un momento crítico a nivel político y militar. Justo antes de que Netanyahu anunciara su disolución tuvieron lugar los funerales por once soldados israelíes caídos en combate, el mayor número de bajas en un día desde el inicio del conflicto. También unas horas antes el ejército se desmarcó por primera vez del Gobierno y tomó por su cuenta la decisión de proporcionar una «pausa técnica» sin bombardeos durante unas horas para facilitar el acceso a Gaza de ayuda humanitaria. Sin embargo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) aseguró este lunes que las bombas siguieron cayendo en la Franja.

De hecho, los militares llegaron por primera vez en ocho meses hasta la ciudad más al sur de Gaza, tras una campaña en Rafah en la que han sido abatidos 550 militantes de Hamás, diezmando los cuatro batallones que esta milicia tenía acantonados en esta zona. Así lo informó el portavoz militar, Daniel Hagari, quien añadió que las tropas han descubierto 200 bocas de túneles y desmantelado 25 galerías, algunas de las cuales se adentraban en Egipto hasta el Sinaí.

En las últimas semanas se han profundizado las diferencias no solo en el gabinete de guerra, sino también en el propio seno del Gobierno de coalición encabezado por Netanyahu. Hay discrepancias tanto en la gestión de la ofensiva en Gaza como en todo lo relacionado con posibles acuerdos con Hamás para la liberación de los rehenes que siguen retenidos tras los ataques del 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos en el bando hebreo. La invasión israelí, por su parte, se ha cobrado ya la vida 37.347 palestinos, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud de la Franja, controlado por Hamás.

Tras medio año de bombardeos, la situación es desoladora. Según la UNRWA, sólo 65.000 palestinos siguen refugiados en Rafah. Hace cerca de un mes y medio contaba con 1,4 millones de personas procedentes del resto del territorio gazatí.

Entretanto, en las calles de Israel crece el clamor popular contra el primer ministro. El domingo, grupos opositores anunciaron una semana de movilizaciones para exigir elecciones anticipadas. Este lunes, varias carreteras del país quedaron bloqueadas por los manifestantes, que iban a concentrarse frente al Parlamento y luego ante la residencia de Netanyahu.