El ejército desafía a Netanyahu y concede pausas diurnas en su ofensiva para la entrada de ayuda

Las Fuerzas de Defensa (FDI) aclararon que la decisión se adoptaba sin menoscabo de la continuación de sus operaciones armadas en el resto de la región. Al parecer, según fuentes castrenses, este gesto humanitario estaría destinado a «reforzar» la posición de Israel ante la Corte Internacional de Justicia, que ha abierto procedimientos contra el Estado judío.

De cualquier manera, la medida, adoptada de manera unilateral sin que tampoco fuera comunicada al ministro de Defensa, Yoav Gallant; disgustó sobremanera a Netanyahu, que anunció una investigación sobre la cadena de decisiones. «Somos un Estado con un ejército, no un ejército con un Estado», avisó en declaraciones recogidas por el Canal 12 de la televisión hebrea. «Escuché la noticia por primera vez en los medios y me puse en contacto con el Ejército para comunicarles que era inaceptable», añadió.

Las disensiones en el primer ministro y el alto mando del Ejército eran conocidas, pero hasta ahora nunca se habían traducido en un conflicto público. «No existe siempre un consenso permanente. Para acabar Hamás he tenido que tomar decisiones que no siempre han sido aceptadas por los militares», confesó Netanyahu.

Los uniformados reconocieron asimismo un error de comunicación. «Aunque la aprobación de un general ya es suficiente, todo lo que rodeó a la publicación del anuncio» estuvo «mal» ejecutado, aunque esta clase de pausas «no requieren de un beneplácito a nivel político», dijo su portavoz, Daniel Hagari. De hecho, al poco del anuncio tuvo que aparecer en redes sociales para avisar de que estos alto el fuego de ocho de la mañana a once de la noche sólo afectarán a una ruta que comienza en el paso de Kerem Shalom, en la frontera con Egipto, y prosigue en dirección norte por la carretera de Saladino, rodeando la ciudad de Rafah hasta el hospital Europeo, cerca de la ciudad de Jan Yunis. Las operaciones en el resto del sur de Gaza seguirán en pie.

Este matiz no impidió que los dos máximos exponentes ultranacionalistas del Gobierno israelí, los ministros de Seguridad Nacional y de Finanzas, Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, montaran en cólera. «Quien haya tomado esta decisión es un auténtico idiota que no debería permanecer en el cargo», escribió en la red social X Ben Gvir, contrario a cualquier tipo de ayuda para los palestinos, antes de añadir que «es hora de eliminar este anticuado concepto de seguridad, esta aproximación delirante y lunática que solo provoca más muertos y caídos en combate».

Smotrich también protestó al entender que esta decisión «prioriza la legimitidad internacional de Israel por encima de la victoria en Gaza» y «capacita a Hamás para prolongar la guerra». Además acusó al Estado Mayor del Ejército de vivir «completamente desconectado» de la realidad que atraviesan las fuerzas de combate, al anunciar esta decisión un día después de la muerte de ocho militares en combate. Esta cifra se elevó este domingo a once caídos tras una nueva emboscada contra un vehículo de transporte.