Israel bombardea ya la ciudad de Rafah. AFP

Netanyahu desoye a Biden y ordena evacuar a la población de Rafah antes de una invasión terrestre

El ejército de Israel ha iniciado los bombardeos y afirma que esta ciudad de la Franja de Gaza, donde malviven 1,3 millones de civiles, es el último bastión que le queda a Hamás

Viernes, 9 de febrero 2024, 16:39

Apenas unas horas después de rechazar una tregua, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó a su ejército bombardear la ciudad de Rafah y la preparación de un plan para evacuar a la población de esta ciudad, donde se hacinan casi un millón y medio ... de personas sin apenas comida ni medicamentos. Es el paso previo al inicio de la invasión terrestre del enclave para acabar con los milicianos de Hamás. Netanyahu desoye así a su principal aliado, Estados Unidos. Su presidente, Joe Biden ha calificado de «excesiva» la operación militar hebrea.

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Pese a esa declaración, Israel sigue adelante. Asegura que Rafah es el último bastión que le queda a Hamás. «Es imposible lograr nuestro objetivo y eliminar a Hamás si dejamos que sigan cuatro de sus batallones en Rafah. Y está claro que esta operación militar requiere la evacuación de los civiles de las zonas de combate», difundió en un comunicado el Gobierno hebreo.

Buena parte de la población actual de Rafah procede de otras zonas de la Franja, desde donde huyeron de las bombas dejando atrás todo lo que tenían. Ahora, Israel vuelve a ordenar su desalojo. Los bombardeos sobre esta ciudad del sur fronteriza con Egipto han comenzado este viernes. Las columnas de humo sobre los tejados de edificios en ruinas lo llenaron todo. Estados Unidos mostró su malestar. El jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, que terminó el jueves una gira destinada a impulsar una tregua, instó a Israel a «proteger» a los civiles en Gaza.

Washington advirtió que Rafah podría ser escenario de un «desastre» humanitario y recordó que no apoya una operación «sin planificación y sin reflexión» que va contra los civiles. Biden dejó clara su postura: «Hay mucha gente inocente pasando hambre, mucha gente inocente pasándolo mal y muriendo, y esto tiene que parar».

1,3 millones de personas

viven en Rafah, que ha multiplicado su población por 5 en la guerra.

Netanyahu no parece escuchar al presidente de EE UU. En un discurso emitido a través de una cadena de televisión, el primer ministro de Israel pronosticó que la victoria sobre Hamás es «cuestión de meses».

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La ONU teme que la entrada de las tropas judías en Rafah, donde ha sido empujada la mayor parte de la población de Gaza, empeorará «esta tragedia sin fin». El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, está «alarmado» por esta operación que «aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria». Fotógrafos de la agencia AFP vieron varios edificios de Rafah destruidos ayer por los bombardeos israelíes, que se repitieron de madrugada y por la mañana. Captaron imágenes de varias personas transportando los cuerpos de tres niños, muertos en uno de esos ataques.

«No tenemos a dónde ir»

«Si Israel realiza una ofensiva terrestre contra Rafah, moriremos en nuestras casas. No tenemos elección, no tenemos a dónde ir», declaró Jaber Al Bardini, un habitante de Rafah, de 60 años. La ciudad es una ratonera sin salida. Los refugiados que han llegado hasta allí están entre las tropas israelíes y la frontera. Atrapados. Hay una sensación de «pánico» generalizado, según la agencia de Naciones Unidas UNRWA.

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Réplica

«Mucha gente inocente está pasándolo mal y muriendo. Esto tiene que acabar», reclama Biden

«Va a ser un baño de sangre», avisan las ONG. Los organismos internacionales han alertado sobre la situación de crisis humanitaria que se vive en la zona desde el inicio de la guerra (7 de octubre). Según la ONU, el diez por ciento de los menores de cinco años sufre desnutrición severa.

Rafah ha quintuplicado su población en poco más de cuatro meses. La mayoría de los refugiados malviven en tiendas de campaña y chozas que levantan con chapas, postes de metal y ramas. «Si Rafah es atacada será una matanza, un genocidio. No sé si podremos huir a Egipto o si seremos masacrados», clamó el refugiado palestino Aadel Al Hajj.

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