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El acuerdo para el alto el fuego en Gaza firmado este mes entre Hamás e Israel, y que ya ha permitido la liberación de siete rehenes hebreas, contemplaba unas condiciones que, a juicio de Tel Aviv, no se han cumplido. Y eso tiene unas consecuencias. ... La población que había sido desplazada de manera forzosa al sur de la Franja no podrá regresar por ahora al norte. El primer ministro judío, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este sábado la suspensión de este retorno, que estaba prevista en esta segunda fase de la tregua.
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Tras el intercambio de cautivas israelíes (tres) y presos palestinos (noventa) hace casi una semana se había fijado que este sábado se produjera un segundo canje, en el que la milicia debía liberar a mujeres civiles. El viernes, sin embargo, en la lista remitida por Hamás con las identidades de las personas que serían puestas en libertad no aparecía ninguna con este perfil. Las cuatro elegidas eran mujeres, sí, pero soldado. Esto, en opinión de Netanyahu, supone un incumplimiento parcial del acuerdo sellado tras meses de intentos fallidos de alcanzar una tregua en Gaza.
El primer ministro hebreo ha criticado en concreto la ausencia de la civil Arbel Yehud, de 29 años y secuestrada el 7 de octubre de 2023, entre las cautivas que están ya de camino de regreso a casa. «Debía haber sido liberada hoy», ha recalcado Netanyahu en referencia a este sábado. En respuesta a este cambio de planes por parte de Hamás, el Ejecutivo de Tel Aviv ha decidido que suspende, al menos de momento, el protocolo para el retorno de la población palestina que se halla a la fuerza en el sur de la Franja por la ofensiva militar israelí. «No permitiremos el paso de los habitantes de Gaza al norte hasta que se haya acordado la liberación de Yehud», ha insistido el líder judío. La milicia ha confirmado poco después que la chica se encuentra en buen estado y saldrá el próximo sábado (1 de febrero).
El pacto para esta segunda tregua en la Franja -la primera se produjo apenas unas semanas después del 7 de octubre- contemplaba en esta fase que, además de un nuevo canje de rehenes y prisioneros palestinos, la población civil desplazada en el sur de Gaza emprendiera el regreso en vehículo sin problemas. Primero debería superar un control en el corredor de Netzarim que estaría en manos de una compañía privada de seguridad estadounidense, encargada de revisar que los automóviles no llevan armas hacia una zona, el norte, arrasada por más de un año de bombardeos.
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