Un alto el fuego lleno de incertidumbres se instaura hoy en una Gaza arrasada

Benjamín Netanyahu rompió su silencio de los últimos días para ofrecer una especie de discurso de la victoria con sus primeras declaraciones desde que hizo público el acuerdo y dejó claro que tanto Joe Biden como Donald Trump le aseguraron que Israel puede volver a la guerra si se estancan las negociaciones para las otras dos fases del pacto. Las familias de los rehenes salieron una jornada más a las calles para exigir a su Gobierno que cumpla con el acuerdo íntegro para que todos los cautivos puedan salir de Gaza.

El primer ministro israelí compartió un mensaje grabado de diez minutos de duración en el que calificó la primera fase de «alto el fuego temporal» y dijo que «no habrá descanso hasta lograr todos los objetivos de la guerra», entre ellos el de liberar a todos los rehenes. Otro de los puntos que abordó Netanyahu fue el de los casi 2.000 prisioneros palestinos que forman parte del intercambio y aseguró que los que tienen delitos de sangre irán a Gaza o al extranjero, nunca a Cisjordania.

El dirigente del Likud apuntó además que no piensan reducir el número de soldados del Corredor de Filadelfia, en plena frontera con Egipto, una afirmación que choca frontalmente con los términos de un texto que recoge que Israel «reducirá de forma progresiva sus fuerzas en la zona del corredor durante la primera fase».

Hasta el último momento el acuerdo parecía en el aire. A media tarde Netanyahu acusó a Hamás de no haber entregado los nombres de los tres primeros rehenes que serán liberados y amenazó con dejar en suspenso todo el proceso hasta tener esa notificación. Las acusaciones de Israel contrastaban con la calma en Qatar, uno de los mediadores, que insistía en que todo marchaba según lo previsto.

Los gazatíes contaron los segundos hasta el momento del alto el fuego. Como es habitual en este tipo de situaciones, Israel bombardeó con dureza. El ministerio de Interior de Gaza informó a los ciudadanos de que desplegará a las fuerzas de seguridad por toda la Franja para mantener el orden y evitar el caos. El Canal 12 de Israel aseguró que Hamás cuenta con dos brigadas que no han participado en la guerra porque su misión era estar listas para el día después. Estos hombres serán ahora los encargados de controlar una Franja en ruinas y en los canales de Telegram cercanos al movimiento se informó de una posible marcha militar de celebración.

Las autoridades de Gaza advierten de que el 70 por ciento de las viviendas en la zona norte están destrozadas, por lo que pide a la población que tenga calma antes de regresar. Encontrar un techo será a partir de ahora una misión imposible para miles de familias, condenadas a seguir en tiendas. Según el acuerdo, el séptimo día del alto el fuego, los civiles desplazados por la fuerza al sur en los primeros días de la guerra podrán volver al norte a pie y desarmados por la ruta de la costa y no tendrán que superar registro alguno. Quien quiera subir en un vehículo deberá superar un control que llevará a cabo una empresa privada en un puesto de vigilancia.

El portavoz en árabe del ejército hebreo, Avichay Adraee, recordó a los gazatíes que «el movimiento al norte a través del Corredor de Netzarim sigue siendo peligroso porque hay actividad militar. Cuando sea permitido, emitiremos un comunicado con las instrucciones. Pedimos a los ciudadanos que no se acerquen a las posiciones militares». Hamás realizó esta misma petición.

El viernes Netanyahu defendió el acuerdo ante el gabinete de Seguridad y el Gobierno al completo y logró el apoyo necesario. Los ministros ultranacionalistas votaron en contra, pero Netanyahu tenía la mayoría suficiente para no depender de sus votos. El problema para el primer ministro será ahora mantener la coalición que le da la mayoría en la cámara ya que Poder Judío, formación del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció que abandona el Ejecutivo. Quien no lo hará será la otra formación radical, Sionismo Religioso, cuyo líder, Bezalel Smotrich, ministro de Economía, votó en contra del acuerdo, pero permanecerá en el Gobierno.

Smotrich aseguró haber recibido garantías de Netanyahu «de cambiar completamente el método de guerra», incluso «mediante una toma gradual de Gaza, el levantamiento de las restricciones que nos impuso la Administración Biden y el control total de la Franja, para que la ayuda humanitaria no llegue a Hamás como hasta ahora». Netanyahu tiene un discurso particular para cada ocasión, con contenidos diferente incluso si lo hace para su público en hebreo o en inglés.

Las armas callan en Gaza. Ahora, la gran duda es saber la duración que tendrá en esta ocasión el alto el fuego entre Israel y Hamás.