Secciones
Servicios
Destacamos
Israel volvió a golpear este lunes el hospital Al-Shifa tras acusar a Hamás de intentar reagruparse en este centro de referencia sanitario de Gaza, que el ejército ya ha asaltado en cuatro ocasiones desde el 5 de noviembre. Las fuerzas de seguridad hebreas indicaron ... a media tarde que «veinte terroristas» fueron eliminados en diversos enfrentamientos y «decenas de sospechosos quedaron detenidos».
La operación se lanzó durante la madrugada, «tras haber recibido información de Inteligencia concreta que exigía acción inmediata», en palabras del portavoz militar, Daniel Hagari. El principal objetivo fue Faiq Mabhouh, a quien el ejército presentó como «comandante de Hamás encargado de la seguridad interna» en la Franja y le acusó de «esconderse en Al-Shifa para preparar actos terroristas».
La jornada fue muy larga en un complejo hospitalario que poco a poco había recuperado la normalidad y se había convertido de nuevo en centro de atención para los cientos de miles de gazatíes que no han abandonado el norte de la Franja. En el momento del asalto había 30.000 personas entre pacientes, personal médico y civiles que buscan refugio en el complejo.
El regreso de los tanques y los militares recordó a todos que, aunque el frente se centra en Yan Younis y Rafah, Israel puede aparecer en cualquier momento con toda su fuerza. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, mostró su preocupación por lo sucedido y recordó a las partes en conflicto que «los hospitales no pueden convertirse en campos de batalla».
Después de no enviar delegación alguna a las conversaciones indirectas celebradas en El Cairo en las últimas dos semanas, Israel ha desplazado a Doha al director del Mossad para proseguir con una negociación que parece estancada. Estados Unidos, Catar y Egipto son los principales mediadores para intentar lograr una nueva tregua que abra la puerta a un intercambio de cautivos por presos palestinos y a la entrada de ayuda humanitaria.
El argumento del Ejecutivo de Benjamín Netanyahu para no acudir a El Cairo fue que Hamás no proporcionó la lista con los nombres de los rehenes que siguen con vida. Los islamistas tampoco han aportado este documento ahora, pero han puesto sobre la mesa una nueva propuesta en la que, por primera vez, se abren a la posibilidad de un alto el fuego temporal en una primera fase. Hasta ahora Hamás se negaba a ningún tipo de acuerdo que no fuera una tregua definitiva.
El Gobierno de Benjamín Netanyahu, que no permite la entrada a Gaza de prensa internacional, demostró una vez más que no quiere testigos. En el transcurso del asalto a Al-Shifa detuvo al reportero de Al-Jazeera Ismail Alghoul y destrozó el vehículo empleado por la cadena de Catar para transmitir vía satélite. Testigos presenciales aseguraron que el arresto fue violento. Al-Jazeera exigió a los militares su inmediata liberación y anoche el informador ya estaba en la calle para salir de nuevo en antena. Además, desde el Comité para la Protección de Periodistas condenaron la detención y apuntaron que «los ataques a vehículos y medios de comunicación parecen un intento deliberado de evitar que se documentara el asalto».
La retirada de los soldados de Israel de las calles del norte de la Franja devolvió una sensación de aparente normalidad dentro de la devastación absoluta provocada por los bombardeos. A diferencia del sur, allí apenas llega ayuda humanitaria y es donde los organismos humanitarios alertan del riesgo inminente de hambruna. Durante el fin de semana se consiguió que entraran varios camiones de ayuda de la UNRWA y el reparto se realizó en orden gracias a la presencia de fuerzas de seguridad locales que, según periodistas palestinos consultados, actuaban bajo el mando de Mabhouh, alto cargo de una Policía que no puede reaparecer en las calles porque Israel la vincula con Hamás. El grupo islamista emitió un comunicado para lamentar su pérdida en el asalto a Al-Shifa.
La operación militar coincidió con la presentación de un informe respaldado por la ONU de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC) que mostró que el hambre ha alcanzado niveles «catastróficos» para 1,1 millones de personas en Gaza. El estudio recoge que de aquí a mayo se espera la declaración oficial de hambruna en la parte norte. El máximo responsable de la UNRWA, Philippe Lazarini, declaró que «la única manera de revertir la situación es abrir más cruces terrestres e inundar el enclave con alimentos». El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo alusión al informe y lamentó que «éste es un desastre totalmente provocado por el hombre y el informe deja claro que se puede detener».
Noticias relacionadas
Israel no sólo no atendió las peticiones de Lazarini, sino que ni siquiera le permitió visitar Gaza. El responsable denunció que le impidieron el acceso desde Rafah pese a que la «UNRWA tiene, con diferencia, la mayor presencia entre todas las organizaciones humanitarias en Gaza. Se suponía que mi visita coordinaría y mejoraría la respuesta humanitaria. Esta hambruna es una mancha para la humanidad».
Israel tampoco parece hacer caso a EE UU. Por ello, la noche de este lunes Joe Biden transmitió a Benjamín Netanyahu su «profunda preocupación» por el plan de realizar una incursión terrestre en Rafah y sostuvo que una ofensiva sería «un error» porque llevaría a más muertes de civiles inocentes y agravaría la ya catastrófica crisis humanitaria, además de profundizar la anarquía y aislar aún más a Israel a nivel internacional».
España solicitará al resto de Estados miembros de la UE la convocatoria de una reunión conjunta con Israel para abordar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Éste es el primer debate que los gobiernos español e irlandés quieren provocar en la Comisión Europa con el fin de reflexionar sobre el respeto a los derechos humanos de los palestinos y, en su caso, invalidar los acuerdos de colaboración entre la Unión y Tel Aviv.
El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, se dirigió este lunes al consejo de ministros de Exteriores de los Veintisiete para expresar su pesimismo y dijo que en la operación militar se han vulnerado «muchos de los más importantes principios de la legislación humanitaria». «Gaza -prosiguió Borrell- era antes de la guerra la mayor prisión a cielo abierto. Ahora es el mayor cementerio a cielo abierto». Por su parte, Estados Unidos advirtió al Ejecutivo israelí que todavía no ha presentado un plan para la «evacuación segura» de los civiles de Rafah.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.