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M. Pérez
Lunes, 18 de marzo 2024, 08:40
Israel lleva a cabo una operación militar de «alta precisión» en el hospital Al-Shifa de Gaza, donde afirma que los milicianos de Hamás habían conseguido reagruparse y preparaban nuevos «planes terroristas». Varios testigos afirman haber escuchado numerosos disparos en el complejo, uno de cuyos ... edificios sufre un incendio. Un soldado ha fallecido en el tiroteo. Las autoridades sanitarias de Gaza aseguran, por su parte, que hay un número indeterminado de muertos y heridos palestinos como consecuencia del asalto y del lanzamiento de misiles con drones sobre los edificios del centro sanitario, que albergaba a unas 30.000 personas.
El ejército reconoce que se han producido enfrentamientos con los milicianos y que varios hombres armados de Hamás han perdido la vida o resultado heridos. No ha precisado si esta lucha se ha producido en el interior de las instalaciones, como denuncia Hamás, que cita las áreas de urgencias y cirugía como lugares donde los soldados «han abierto fuego» indiscriminadamente, o en los terrenos exteriores. Sin embargo, a tenor de distintas declaraciones, todo indica que las tropas han perseguido a los presuntos terroristas dentro de los edificios, si bien se han tratado de fuerzas especialmente preparadas que habían «recibido entrenamiento específico para el entorno sensible y los escenarios complejos» propios de un gran centro médico.
Las Fuerzas de Defensa sehan desplegado en «áreas limitadas de Al- Shifa, después de obtener «información de Inteligencia concreta que exigía acción inmediata». Según el Ministerio de Defensa, el servicio de espionaje había detectado cómo miembros de la coalición islamista habían regresado al hospital recientemente con el objetivo de instalar un centro de mando. Entre ellos se encontrarían altos mandos militares de Hamás. Desde este centro, la milicia pretendía reorganizar la lucha para detener el avance del ejército en Gaza y nuevos «actos terroristas».
Las instalaciones ya fueron asaltadas a mediados de noviembre por el ejército para desbaratar uno de los principales cuarteles generales de la milicia que, según el Ministerio de Defensa, se ocultaba dentro y debajo del complejo sanitario, en una enorme infraestructura subterránea. La semana pasada, el Gobierno de Tel Aviv advirtió al Ministerio de Salud gazatí, en manos de Hamás, que evitara que los milicianos volvieran a ocupar hospitales para reagruparse. En ese momento, el Ejecutivo evitó mencionar a Al-Shifa.
Según la versión militar, los soldados han sido recibidos con disparos desde el interior sobre las 2.30 horas de este lunes, lo que ha precipitado el asalto. Las fuerzas especiales junto con la 401ª Brigada Blindada y miembros del Shin Bet, la agencia de Inteligencia, han rodeado el complejo, donde se supone que hay 30.000 personas entre heridos, personal médico y civiles refugiados. Según el comunicado oficial, hubo disparos «desde dentro del recinto hospitalario», lo que hizo que los israelíes «devolvieran el fuego y atacaran a los terroristas». El ministerio ha aportado también un vídeo donde se observa como un explosivo es detonado a distancia al paso de un blindado junto a la entrada de Al-Shifa,
En medio del tiroteo ha sido alcanzado por las balas el sargento Matan Vinogradov, de 20 años, y miembro del 932º Batallón de la Brigada Nahal, on base en Jerusalén, que ha fallecido prácticamente al instante. Con él, Israel informa que 250 militares han perecido desde el comienzo de la ofensiva en octubre.
Varios testigos han señalado que los peores enfrentamientos se han producido a primeras horas de la mañana, con un bombardeo israelí sobre las instalaciones, que habían sido rodeadas por unos 45 tanques. Los vecinos aseguran que han sido conminados por megafonía a permanecer dentro de sus casas mientras observaban a decenas de personas huyendo del hospital. También dicen haber visto algunos cadáveres en la calle. Entre los mensajes escuchados por los megáfonos, figuran las exigencias de los soldados para que los milicianos se rindieran.
La operación ha durado varias horas y todavía no se ha dado por concluida. Los militares han detenido a ochenta personas que están siendo interrogadas por agentes de campo del Shin Bet y la Unidad 504 de la Dirección de Inteligencia Militar. Las Fuerzas de Defensa han manifestado que algunos de los arrestados son terroristas que eran buscados desde octubre, poco después de la masacre en los kibutz que costó la vida a 1.200 civiles.
Entre los milicianos abatidos figura el jefe del departamento de operaciones de seguridad interna de Hamás, Fa'ak Mabhouh, después de un intercambio de disparos mientras permanecía refugiado en una habitación. Mabhouh estaba considerado un alto funcionario de la milicia, responsable de coordinar sus mecanismos de seguridad (policía secreta) en el interior de Gaza y se presume que formaba parte de los comandantes que se habían reagrupado en Al-Shifa para organizar nuevos atentados. Fuentes militares indicaron que en una habitación contigua fue encontrada una gran cantidad de armas.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, ha denunciado que en el transcurso del operativo el ejército israelí ha disparado varios misiles contra el complejo de manera indiscriminada. «Decenas de ciudadanos murieron y resultaron heridos hoy como resultado del bombardeo de la ocupación al complejo médico Al-Shifa», afirman esta mañana medios palestinos, que aseguran que los militares «irrumpieron en el centro y lo asediaron por completo» tras cortar las comunicaciones. Según estos medios, «han abierto fuego directamente contra cualquiera que se moviera» y a estas horas «hay decenas de detenidos».
La zona ha sido acordonada por las fuerzas de seguridad. Israel está convencida de que en el lugar hay miembros de alto rango de la milicia y se descarta la presencia de rehenes. Los registros todavía continúan en busca de armas y posibles milicianos escondidos.
Las fuerzas armadas no han respondido a las denuncias de las autoridades gazatíes sobre la existencia de un número elevado de «mártires», entre los que mencionan varias mujeres y niños que hubieran muerto asfixiadas por la inhalación de humo. El portavoz militar, Daniel Hagari, explicó durante las primeras horas del asalto que los soldados habían recibido órdenes expresas de «prevenir daños a civiles, pacientes, personal sanitario y equipos médicos». Hagari añadió que los médicos de las Fuerzas de Defensa estaban colaborando con los facultativos y que un equipo de intérpretes trabaja con las unidades militares para facilitar la comunicación con los árabes ingresados. Asimismo, se habían establecido «vías seguras» para evacuar a los civiles refugiados dentro o en el entorno de Al-Shifa, el principal centro sanitario de la Franja, que en los últimos cuatro meses ha venido funcionando de manera muy precaria y con un equipo de profesionales mínimo.
El ejército ha dado orden a los vecinos de los alrededores, y más en concreto a los del barrio de Rimal, que desalojen la zona y se dirijan hacia el sur de la Franja, lo que podría indicar que la operación militar continuará en los edificios colindantes en busca de posibles militantes de Hamás escondido en la zona. «No buscamos dañar a los civiles detrás de los cuales se esconde Hamás», ha dicho Hagari, antes de añadir que la previsión de las tropas es «garantizar que el hospital continúe con sus importantes funciones».
El Shin Bet sospecha desde hace semanas que militantes de Hámás han regresado a la mitad norte de la Franja a medida que las tropas se despliegan en dirección a Rafah y toman el control de la sureña gran ciudad de Khan Younis. Según este servicio, se trataría de milicianos que fueron empujados por los combates hacia el sur y que ahora estarían intentado volver al norte inflitrados entre los civiles para reagruparse.
En las últimas dos semanas, los agentes del Shin Bet han detectado la presencia de individuos armados que estarían ejerciendo de nuevo la función de policías para Hamás en esta zona devastada donde se hacinan 300.000 personas sin alimentos ni agua, salvo los procedentes de la ayuda humanitaria.
Las autoridades de Gaza han condenado el ataque a Al-Shifa como un «crimen de guerra» y aseguran que forma parte de un plan deliberado de Israel de «destruir» la infraestructura sanitaria en la Franja.
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