Las tropas israelíes se despliegan por el campo de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania. AFP

Los palestinos temen que el ejército israelí convierta Cisjordania en una nueva Gaza

Las Fuerzas de Defensa se cobran una decena de vidas y practican redadas masivas en una operación «antiterrorista» inédita por aire y por tierra

Miércoles, 28 de agosto 2024

Drones cuyo número «llenaba el cielo», columnas de blindados «como nunca se han visto aquí» y centenares de soldados desplegándose por las calles mientras las excavadoras abren paso, dejan expedito el camino de cualquier amenaza de bomba y se llevan por delante muros, vehículos o ... cualquier otro obstáculo para las tropas. Así describían este miércoles los testigos la incursión sorpresa de Israel en Cisjordania en una operación «contraterrorista» a gran escala, de una envergadura rara vez vista en este territorio e inédita desde luego desde el comienzo de la guerra en Gaza pese a que las escaramuzas son frecuentes. Tan habituales que desde el 7 de octubre, al menos 650 palestinos -entre ellos un centenar de niños- y 22 israelíes han muerto en la violencia cruzada en Cisjordania.

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A este balance se suman ahora otra decena de fallecidos y veinte heridos, al menos. Los palestinos muertos lo fueron por heridas de bala o de metralla de las explosiones, salvo tres de ellos. Viajaban en un coche y un dron artillado los hizo saltar por los aires. Varios ciudadanos afirman que hubo bastante intercambio de disparo y enfrentamientos entre los militares y combatientes, probablemente pertenecientes a Hamás, la Yihad Islámica o el brazo armado de Fatah, los grupos armados asentados en este enclave.

La intervención comenzó de madrugada. Las Fuerzas de Defensa se centraron en el norte, en Yenín, Nublus, Tulkarem y el campo de refugiados de Al Fara'a. La operación se encontraba en sus «primeras fases», según el portavoz militar israelí Nadav Shoshani. Las tropas practicaron redadas masivas, frecuentemente casa por casa, establecieron controles y sitiaro Tulkarem. También cortaron la electricidad en Al Fara'a donde esta pasada noche eran visibles los destrozos causados por las excavadoras.

El Ministerio de Salud de Ramallah reclamó a Israel que levantara el cerco a los hospitales de Yenín, Tulkarem y Tubas. Las Fuerzas de Defensa bloquearon las carreteras y registraban todo vehículo que intentaba llegar a los centros sanitarios. A muchos palestinos les recordó Gaza y cómo sus complejos hospitalarios se convirtieron en zonas de guerra y ahora trabajan en precario o directamente son una montaña de escombros.

Funeral de una de las víctimas en las incursiones de esta semana. EP

Israel defendió su operativo. El cerco a los hospitales es una enseñanza de la guerra de Gaza. En caso de verse acosados, los militantes de Hamás acudían a ellos en busca de refugio o de un lugar desde el que reorganizarse. Las Fuerzas de Defensa afirman que los controles en las carreteras y poblaciones son necesarios para dificultar la movilidad de los «terroristas»; islamistas armados de cuya existencia dicen saber por las investigaciones de la agencia de Seguridad Nacional y porque en las últimas semanas se han prodigado los ataques contra territorio hebreo desde Cisjordania.

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Algunos de los buscados por los militares serían combatientes que han colocado bombas en las carreteras para hacerlas explotar al paso de los convoyes israelíes. El Estado Mayor comunicó que las patrullas localizaron la base de un comando dentro de una mezquita. Desde la sala se manejaba una red de cámaras con los que los milicianos seguían los movimientos de las tropas en la calle y estaba equipada con explosivos listos para ser activados.

La cifra

40.534 palestinos

la mayoría civiles, han muerto en Gaza en los últimos diez meses, La cifra de heridos asciende a 93.778. En solo un día, entre el martes y el miércoles, el ejército mató a 58 palestinos e hirió a 135.

La incursión de este miércoles sucede a una de bastante menor escala desarrollada el lunes en Nur Shams, donde las Fuerzas de Defensa asesinaron a cinco «terroristas» dentro de una sala de operaciones. Según la versión hebrea, planificaban ataques contra sus unidades en la frontera. Entre las víctimas se encontraba Hassam Ismail Jibril, liberado en el canje de prisioneros palestinos por rehenes israelíes pactado el pasado 28 de noviembre entre el Gobierno de Benjamín Netanyahu y Hamás. Jibril había vuelto a la disciplina de la milicia islamista y participado en «acciones de terrorismo» en Tulkarem y Qalqilya.

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El ejército identificó además a Mohamad Qarawi y Muhammad Yussef, miembros de una célula extremista en Nur Shams, y a Adnan Jaber, un fabricante de explosivos. Israel facilitó estas identidades después de que la ONU encontrara algunas contradicciones en el ataque. Su informe preliminar apunta a que tres de las víctimas eran civiles -dos de ellas adolescentes- que cruzaban por delante del edificio.

Una mujer muestra su dolor en la bombardeada ciudad de Nur Shams. AFP

Evacuación de la población

Al cierre de esta edición no se había hecho público un balance definitivo de las vidas perdidas en el primer día de «operación contraterrorista» ni su afectación real sobre la población civil. Pero existe el temor a que la historia de La Franja se repita de alguna manera. Hamás y Al Fatah acusaron de hecho al Estado hebreo de iniciar una ocupación militar parecida a la de Gaza.

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Su versión se vio fortalecida por una declaración del ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, quien apostó por afrontar esta «amenaza del mismo modo que la infraestructura terrorista en Gaza». Katz sostuvo que Irán introduce armas y financia la actividad de células radicales en Cisjordania con el fin de establecer «un nuevo frente», similar al de Hamás en La Franja y Hezbolá en Líbano. Por ese motivo, consideró muy aceptable la «evacuación temporal de los residentes palestinos» en este territorio. Katz apoya la presencia de los colonos israelíes en Cisjordania.

Testimonios

Israel Katz

Ministro israelí

«Necesitamos lidiar con la amenaza aquí igual que lo hacemos con la infraestructura terrorista en Gaza»

Ravina Shamdasani

ONU

«Esta operación corre el riesgo de agravar seriamente una situación ya catastrófica»

Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, acortó su visita de Estado a Arabia Saudí y regresó de urgencia a Ramala. Su portavoz, Nabil Abu Rudeineh, advirtió que la incursión tendrá «consecuencias peligrosas. Todos pagarán un precio», señaló la oficina de Abbas, que consideró la ofensiva como «la continuación de una guerra total contra nuestro pueblo».

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Mientras tanto, otras cuatro personas murieron en Siria, a pocos kilómetros de la frontera libanesa, en un ataque israelí a un vehículo, presumiblemente un camión cargado de munición. De acuerdo con esta versión, se trataría de un miembro de Hezbolá y tres de la Yihad Islámica. Un informe militar, según 'The Times of Israel', revela que el grupo proiraní ha comenzado a enviar combatientes a las facciones de Hezbolá en Líbano para reforzar su ofensiva contra el Estado hebreo.

Un vehículo calcinado en la aldea palestina de Jit tras la violenta incursión de los colonos. EFE

Los militares reconocen su fracaso para proteger el pueblo de Jit del ataque de cien colonos

El ejército israelí admitió este miércoles su fracaso para impedir que un centenar de colonos atacara la aldea palestina de Jit, en Cisjordania, el pasado día 15, en unos distubios que causaron una destacada protesta internacional. El general de división Avi Bluth dijo que los incidentes en esta población, donde un civil resultó muerto de un disparo y los alborotadores arrasaron con viviendas y vehículos con cócteles molotov, constituyeron un «acto terrorista muy grave».

«El caso no está cerrado y no se cerrará hasta que los autores comparezcan ante la Justicia». Las fuerzas de seguridad han detenido a cuatro personas por estos hechos. Una es menor de edad. El informe de esa madrugada precisa que unos «cien israelíes enmascarados» entraron en la localidad y comenzaron a provocar incendios, mientras las tropas tardaron «al menos doce minutos en llegar». La primera unidad que entró «no logró captar plenamente la situación» y «debería haber actuado con más determinación», lamenta el general. Existen numerosas críticas de los palestinos, que denunciaron una acusada pasividad de los soldados e incluso les acusaron de proteger la huida de los colonos una vez que las llamas consumieron las propiedades de los vecinos.

Por el contrario, el informe militar asegura que los refuerzos enviados a la aldea «contuvieron» a los agresores que, según la Autoridad Palestina, portaban cuchillos, palos y quizás armas de fuego. La víctima mortal fue un joven de 23 años abatido de un disparo.

Los excesos provocados por los colonos no gustan a Estados Unidos, que este miércoles anunció sanciones contra el jefe de seguridad de un asentamiento y una organización que proporciona ayuda material a ocupantes radicales. «La violencia extremista de los colonos en Cisjordania causa un intenso sufrimiento humano, perjudica la seguridad de Israel y mina las perspectivas de paz y estabilidad en la región», declaró un portavoz de la Casa Blanca, que urgió al primer ministro israelí a depurar «responsabilidades».

La respuesta de Benjamín Netanyahu no se hizo esperar y consideró «muy grave» la aplicación de nuevas sanciones. También señaló que «este asunto es objeto de intensas discusiones» con Washington.

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