Israel destruye la brigada Rafah tras una nueva ofensiva que se cobra 50 vidas

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La incertidumbre sobre la segunda ronda de conversaciones de paz es absoluta. El Cairo acogerá a las delegaciones de Estados Unidos, Israel, Catar y Egipto hasta el fin de semana. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha realizado una gira de tres días por la región, conseguido la aceptación del primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, a su propuesta-puente y ahora resta conocer la respuesta de Hamás. Con su homólogo catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, Blinken emplazó este miércoles a la coalición a aceptar la oferta. Aunque no consta la retirada total de tropas israelíes en un primer momento, como exigen los islamistas, sí promete ese repliegue a medio plazo. Es decir, los negociadores navegan sobre dos aguas, harto complejas, para persuadir a ambos bandos y firmar un acuerdo «inmediato».

De lograrse la paz, será en medio de las explosiones. Aparte de Gaza, los enfrentamientos crecen entre Israel y Hezbolá, que en menos de dos días ha disparado 170 cohetes contra los Altos de Golán, Alta Galilea y Galilea Occidental. Un israelí resultó herido. Sólo este miércoles, la milicia libanesa lanzó cincuenta misiles contra la ciudad de Katzrin, también situada en los Altos del Golán y de población drusa. Las defensas antiaéreas lograron interceptar los proyectiles, cuyos restos dejaron un reguero de incendios en campo abierto y varios edificios dañados.

El bombardeo se produjo tras varias incursiones de Israel en Líbano para destruir depósitos de armas de Hezbolá. Además, las Fuerzas de Defensa realizaron este miércoles su primer ataque contra Fatah en diez meses de guerra al asesinar a un alto cargo de esta facción palestina que supuestamente colaboraba enviando dinero y armas a células terroristas en Cisjordania. Khalil Makdah murió cuando un misil alcanzó su coche cerca de la ciudad costera libanesa de Sidón.