Israel lanza un bombardeo masivo sobre Beirut para dar caza al sustituto de Nasrala

La ciudad tembló como en un terremoto y la noche se hizo fuego. Fuentes libanesas señalaron que las Fuerzas de Defensa debieron «apuntar con muchos misiles» hacia el grupo de edificios debajo de los cuales se guarecía el clérigo. Algunos bloques quedaron completamente demolidos. Varios canales filtraban la historia de que Israel llevó a cabo un bombardeo de gran potencia con el fin de perforar el suelo y llegar a los subterráneos donde estaba ubicado el búnker. Después de dos semanas de ofensivas diarias, barrios enteros de esa parte de Beirut son pedazos de la propia Gaza llevados al corazón de Líbano: puro escombro.

Muertos Nasrala y la mayor parte de los históricos del grupo, algunos medios locales apuntaron desde el primer momento a Safieddine como posible relevo, pero el partido no lo ha hecho oficial. Ni Israel, ni Hizbolá ofrecieron información sobre las consecuencias del ataque. La milicia chií necesitará tiempo para rehacerse del golpe debido al enorme carisma de un Nasrala, que era además muy cercano al Líder Supremo de Irán, Alí Jamenei, y el principal nexo de la república islámica con el mundo árabe.

Horas después del ataque en el sur de Beirut aterrizaba en el aeropuerto internacional el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi. El aeropuerto está pegado a los barrios del sur que controla Hizbolá y con cada explosión los aviones aterrizan y despegan sobre los hongos de humos negro. Israel controla todos los vuelos que entran y salen y sin su permiso no se puede aterrizar.

Araghchi declaró a los medios que el objetivo de la visita era mostrar su apoyo al Líbano y, respecto al pulso de Teherán con el Estado judío, dejó claro que «no tenemos la intención de continuar nuestros ataques, pero si Israel toma más medidas contra Irán, nuestra respuesta será más dura y definitivamente tomaremos represalias«. El jefe de la diplomacia persa señaló que ellos respaldan los esfuerzos para lograr un alto el fuego simultáneo en Gaza y Líbano.

Israel controla el aire, el mar y pelea para controlar los pasos por tierra al Líbano para cortar la posible llega de armas a Hizbolá. Los israelíes atacaron el cruce fronterizo de Masnaa y destrozaron la carretera que en los últimos días han usado más de 100.000 personas para escapar de los bombardeos. El ministro de Transporte, Ali Hamieh, explicó que los misiles impactaron dentro del territorio libanés, muy cerca del cruce fronterizo, y dejaron un cráter de cuatro metros de ancho.

El enorme cráter obligó a la gente a superar a pie la zona afectada y buscar transporte al otro lado para seguir su camino a Damasco. El ejército aseguró que el jueves Hizbolá empleó esta ruta para transportar armas, pero no ofreció ninguna prueba.

El frente sur vivió una nueva jornada de enfrentamientos directos entre milicianos de Hizbolá y las fuerzas israelíes. Aquí también aplica el ejército la estrategia de Gaza y lanzó una guerra directa contra hospitales que obligó a cerrar sus puertas a los centros de Marjayoun, Mais al Jabal y Bint Jbeil. En una entrevista concedida a la cadena CNN, el director del centro de Marjayoun, doctor Mones Kalakish, denunció que el hospital fue objeto de una ataque directo. Según los datos de la Organización Mundial del Salud (OMS), casi un centenar de médicos y sanitarios han muertos en las últimas dos semanas, 28 de ellos el jueves, y 37 centros médicos han tenido que dejar de trabajar en el sur del país desde el comienzo de la guerra.

El ejército anunció la muerte de dos soldados en los Altos del Golán en un ataque de un dron lanzado desde Irak y aseguró haber matado a 250 milicianos de Hizbolá desde que lanzaron el lunes la operación terrestre. Las divisiones 98 y 36 operan en las localidades libanesas más próximas a la frontera con la intención de acabar con la infraestructura de la milicia pro iraní.

La operación «limitada» de la que habla el ejército pronto puede convertirse en una a gran escala y por eso Israel pidió a los soldados de la misión de UNIFIL que evacuaran algunas de sus posiciones próximas a la frontera, pero los mandos de la misión de la ONU dijeron que no se movían. El ejército acusa a Hizbolá de usar a los civiles de la zona y a las posiciones de UNIFIL como escudos para sus posiciones.

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El frente sur vivió una nueva jornada de enfrentamientos directos entre milicianos de Hizbolá y las fuerzas israelíes. Aquí también aplica el ejército la estrategia de Gaza y lanzó una guerra directa contra hospitales que obligó a cerrar sus puertas a los centros de Marjayoun, Mais al Jabal y Bint Jbeil. En una entrevista concedida a la cadena CNN, el director del centro de Marjayoun, doctor Mones Kalakish, denunció que el hospital fue objeto de una ataque directo. Según los datos de la Organización Mundial del Salud (OMS), casi un centenar de médicos y sanitarios han muertos en las últimas dos semanas, 28 de ellos el jueves, y 37 centros médicos han tenido que dejar de trabajar en el sur del país desde el comienzo de la guerra.

El ejército anunció la muerte de dos soldados en los Altos del Golán en un ataque de un dron lanzado desde Irak y aseguró haber matado a 250 milicianos de Hizbolá desde que lanzaron el lunes la operación terrestre. Las divisiones 98 y 36 operan en las localidades libanesas más próximas a la frontera con la intención de acabar con la infraestructura de la milicia pro iraní.

La operación «limitada» de la que habla el ejército pronto puede convertirse en una a gran escala y por eso Israel pidió a los soldados de la misión de UNIFIL que evacuaran algunas de sus posiciones próximas a la frontera, pero los mandos de la misión de la ONU dijeron que no se movían. El ejército acusa a Hizbolá de usar a los civiles de la zona y a las posiciones de UNIFIL como escudos para sus posiciones.