Guterres dice que «hay que acabar con la pesadilla incesante de Gaza»

«Lo digo otra vez: nada justifica los terribles ataques de Hamás del 7 de octubre y nada justifica el castigo colectivo contra el pueblo palestino. Ahora, más que nunca, es el momento de un alto el fuego humanitario inmediato. Es el momento de silenciar las armas», afirmó Guterres.

El máximo responsable de la ONU denunció la «pesadilla incesante» que vive la población palestina de Gaza con «comunidades aniquiladas, hogares demolidos, familias enteras y generaciones eliminadas» y con «el hambre acosando» a la población.

Fue más allá en sus reproches a Israel: «Es monstruoso que después de tanto sufrimiento, durante tantos meses, los palestinos de Gaza celebren el Ramadán con bombas israelíes que siguen cayendo, con balas que siguen volando, con artillería que sigue golpeando y con la ayuda humanitaria que afronta obstáculo tras obstáculo».

Así, Guterres recordó la larga fila de camiones con alimentos que espera en el lado egipcio de la frontera. «Esto es más que trágico, es un ultraje moral», remachó, al tiempo que pidió que Israel permita el acceso de ayuda humanitaria en Gaza sin restricciones. Este sábado, de nuevo, fuentes palestinas relataron cómo se habían registrado víctimas mortales en el reparto de la poca ayuda que llega a Gaza.

António Guterres se refirió además a la ofensiva militar que Israel planea sobre el enclave de Rafah, localidad situada en la frontera con Egipto. «Cualquier nuevo ataque empeorará todo. Será peor para los civiles palestinos, peor para los rehenes y peor para todas las gentes de la región», advirtió.

Desde Tel Aviv se insiste en que el ataque terrestre para acabar con los últimos batallones de Hamás se realizará «con el apoyo de Estados Unidos o sin él». La Administración de Joe Biden trata de convencer al Gobierno hebreo de que pacte una tregua.