Gaza se resigna a solo recibir ayuda tras la resolución de la ONU

Sobre el terreno, la realidad parecía dar la razón a las numerosas voces, incluida la del secretario general de la ONU, António Guterres, que volvieron a insistir en que «un alto el fuego humanitario es la única forma de responder a las necesidades de la población de Gaza». Así quedó de manifiesto cuando nuevos bombardeos israelíes y el anuncio de inminentes ataques sobre el centro de la Franja empujaron a miles de palestinos a huir hacia Deir al Balá, el refugio más cercano a la zona donde ahora concentra el ejército sus combates contra Hamás, en el barrio de Isá, de Ciudad de Gaza.

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«La gente sigue siendo empujada hacia un espacio cada vez más pequeño. La llegada de camiones de ayuda no va a resolver este problema por sí sola», insistió este sábado White a la cadena Al Yazira. Ese lugar donde actualmente se concentra la mayoría de los desplazados es la ciudad de Rafah, cerca de la frontera con Egipto. Según el responsable de Unrwa, la zona está ya saturada al albergar a un millón de personas, cuando su población habitual es de 280.000 habitantes.

Del drama que vive Gaza volvió a ser este sábado víctima directa la ONU al lamentar la muerte de un trabajador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, junto a su esposa y sus cinco hijos en un bombardeo. Con él son 136 los miembros del organismo internacional fallecidos en la ofensiva iniciada por Israel tras los ataques de Hamás del 7 de octubre que costaron la vida a unas 1.140 personas. La espiral de sangre suma ya 20.200 muertos en el lado palestino. Los últimos, según la agencia oficial de noticias Wafa, «decenas» de civiles en un ataque de las tropas hebreas en Yabalia y otros cinco en el campo de refugiados de Bureij.

Paralelamente, un buque mercante ligado a intereses israelíes fue alcanzado este sábado por un dron frente a la costa occidental de India, según detalló la firma británica de seguridad marítima Ambrey. Se trata del primer ataque que se produce a tanta distancia del mar Rojo, donde en las últimas semanas rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, han llevado a cabo numerosas acciones de este tipo en «solidaridad» con los palestinos de Gaza.