Catar ya plantea una negociación para liberar mujeres soldado entre Israel y Hamás

Mientras la diplomacia miraba a Doha, sobre el terreno ambos bandos se acusaron mutuamente de violar la tregua. El ejército señaló a Hamás por la detonación de tres artefactos explosivos cerca de soldados en dos incidentes separados en el norte de Gaza. En uno de estos sucesos, aseguraron, se disparó un tiro contra un militar y hubo un intercambio de fuego. Varios sufrieron heridas leves.

Hamás respondió diciendo que hubo «fricción» en el terreno provocada por la «clara violación del acuerdo de alto el fuego por parte del enemigo», sin aportar más detalles. El portavoz de las Brigadas Al Qassam, Abu Obeida, insistió en que ellos cumplen con lo acordado y pidió a los mediadores que presionaran a Israel para que «respete todos los términos pactados en tierra y aire».

Pese a las acusaciones, ninguna de las partes dio por roto un compromiso que se tradujo este martes en la liberación de doce rehenes -diez israelíes, una filipina y un austriaco, junto a un perro- a cambio de la excarcelación de treinta presos palestinos. El silencio en los cielos de Gaza sirvió también para la entrada de otros doscientos camiones con ayuda humanitaria y medicinas. A los responsables de la Franja les gustaría aumentar ese número a mil por día para poder hacer frente a las enormes necesidades de una población que ha sufrido un desplazamiento masivo y ahora vive hacinada en el sur.

Corinne Fleischer, directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para Oriente Próximo, calificó la situación de «catastrófica» y dijo que es «muy probable que la población de Gaza, especialmente las mujeres y los niños, corra un alto riesgo de sufrir hambruna si el PMA no es capaz de proporcionar acceso continuo a los alimentos». En opinión de la responsable de esta agencia de la ONU, «una pausa de seis días no es suficiente para lograr un cambio significativo». Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaron de que «las enfermedades pueden causar más muertos que los bombardeos» en la Franja.

El objetivo de Catar es «ampliar aún más el alto el fuego», declaró el portavoz de su Ministerio de Exteriores, Majed Al-Ansari, pero todo dependerá de la capacidad de Hamás de juntar grupos de 10 rehenes a diario, algo que los cataríes no pueden garantizar ya que los secuestrados están dispersos en diferentes escondites de la Franja y algunos en manos de otras facciones militares. Fuentes del grupo islamista, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, confirmaron a la cadena BBC que el proceso de recogida no les resulta sencillo porque están en manos de Yihad Islámica -que este martes participó por primera vez en una entrega de cautivos- y otros grupos más pequeños.

En la primera fase del intercambio, la negociación se ha centrado en mujeres y niños junto a sus madres, pero en Doha ya se plantea un próximo escenario para discutir la liberación de mujeres militares, reservistas, soldados regulares y la entrega de cadáveres. En acuerdos independientes al alcanzado con el Estado judío, Hamás también ha entregado a diecisiete rehenes tailandeses, gracias a la mediación de Irán, y un filipino y un ruso, tras los contactos con Moscú.

Además de ser el mediador clave, «Catar está apoyando todos los esfuerzos regionales para lograr un alto el fuego permanente en Gaza», añadió Al Ansari, en referencia a las propuestas lanzadas en los últimos días desde naciones como Egipto sobre el día después de la guerra en Gaza. El presidente Al Sisi planteó la posibilidad de un futuro Estado palestino desmilitarizado y «bajo la supervisión temporal de seguridad internacional, ya sea de fuerzas de la OTAN, de Naciones Unidas o de países árabes».

Ambos bandos son conscientes de que esta pausa es un paréntesis en medio de la guerra y que el alto el fuego durará el tiempo que Hamás pueda ganar con la entrega de cautivos. Israel, apuntaron fuentes políticas a última hora de este martes, estaría dispuesto a agotar el plan y ampliar la tregua hasta nueve días si los islamistas se comprometen a liberar una decena de rehenes cada jornada.