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M. Pérez
Lunes, 16 de octubre 2023, 22:22
Las agencias de Inteligencia internacionales se están topando con un muro de dificultades en su intento de liberar a los rehenes de Hamás. Israel notificó este lunes que su número asciende provisionalmente a 199 personas, ya que continúa el cotejo de habitantes de los kibutz ... asaltados que permanecen en paradero desconocido. Los cautivos pertenecen a 31 nacionalidades diferentes, se sabe que los milicianos los han repartido en diferentes lugares y que una treintena podrían encontrarse en poder de la Yihad Islámica, que participó también en el brutal asalto a los asentamientos colindantes con la Franja donde murieron 1.300 civiles y soldados israelíes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió la semana pasada que la principal prioridad de su Administración es sacar vivos a los prisioneros de la organización terrorista. Catorce de ellos, al menos, son oriundos o residentes en EE UU. El veterano líder demócrata ha mantenido videoconferencias con sus familias y autorizado el envío a Tel Aviv de un equipo del FBI especialista en secuestros y un grupo de asalto que permanece a bordo del portaaviones Gerald Ford, estacionado a pocas millas de la costa israelí, por si fuera necesaria su intervención.
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Washington no descarta recibir una llamada directa de la milicia palestina para negociar un intercambio, sobre todo después de que, al día siguiente de la ofensiva islamista, uno de sus líderes, Ali Baraka, dijera en 'Russia Today' que «hay miembros de Hamás condenados a cadena perpetua en Estados Unidos. Nosotros también los queremos».
La Casa Blanca ha desplazado a Tel Aviv a su máximo negociador, el delegado especial del presidente en conflictos con rehenes Steven Gillen, un diplomático con un profundo conocimiento de Oriente y un historial de estancias en Irak, Sarajevo, Bagdad y Kosovo. Además, el Senado prevé ratificar este miércoles al exsecretario del Tesoro Jack Lew como nuevo embajador en Tel Aviv. Elegido por el propio Biden, Law, un abogado de religión judía ortodoxa con un notable arraigo en Israel, es el hombre de confianza que necesita sobre el terreno.
Las Fuerzas de Defensa han recuperado hasta el momento veintidós cadáveres de desaparecidos. Según algunos testimonios, a la espera de la ofensiva terrestre los militares habrían localizado enclaves subterráneos dentro de Gaza a los que dirigirse en esos primeros compases con el fin de liberar a rehenes supuestamente localizados en los túneles. Aunque el escenario es sumamente perverso a cualquier búsqueda. Los guerrilleros los mantienen muy alejados unos de otros, dentro de una intrincada red de galerías, y cualquier intento de rastreo se ve entorpecido por los continuos bombardeos de la aviación israelí sobre la ciudad. Los captores permanecen ilocalizables o no respoden. Muchos se desprendieron de sus teléfonos nada más retirarse a territorio gazatí.
«Todos los países con contactos con Hamás han intentado ponerse en contacto con ellos» sin resultado, señala una fuente egipcia a 'The Wall Street Journal'. La mayoría de los canales permanece en silencio. Los posibles mediadores tienen escasa confianza en un avance mientras continúen los ataques aéreos sobre Gaza. La propia organización islamista ha declarado que no habrá negociaciones si siguen cayendo las bombas. «Creo que nadie en el país sabe específicamente lo que quiere (Hamás) excepto aplastar al Estado de Israel», anticipaba este lunes Ory Slonim, un experimentado negociador de rehenes que asesora al Gobierno de Netanyahu.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha intentado recabar la mediación de Egipto, al igual que otros países de la UE, América Latina o Asia se han movido en busca de la ayuda de Turquía o Qatar. Las misiones abundan. Una delegación de altos diplomáticos de diferentes naciones se reunió este fin de semana con representantes egipcios y cataríes para discutir específicamente sobre la crisis de los rehenes, desvela 'The New York Times'. Este abanico de contactos y la presión internacional, dada la variedad de nacionalidades de los cautivos, para evitar un final convertido en baño de sangre podrían constituir dos factores por los que las Fuerzas de Defensa también están demorando su operación terrestre.
De momento, el único resquicio de presión que ha encontrado Qatar sobre Hamás ha sido la de negociar la libertad de algunas mujeres, niños y ancianos a cambio de excarcelar a 36 palestinas condenadas por terrorismo. Tel Aviv no habría aceptado de momento, según 'The Times of Israel'.
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El primer ministro británico, Rishi Sunak, informó este lunes a la Cámara de los Comunes de que seis compatriotas murieron en el «pogromo» de Hamás y diez fueron secuestrados, pero se desconoce si todos siguen vivos. La Inteligencia británica trabaja con la israelí y otras agencias occidentales mientras crecen las críticas de las familias de los desaparecidos, debido a un sentimiento extendido de que el Gobierno de Netanyahu ha colocado la guerra por encima del salvamento de sus allegados.
Autoridades de diferentes países han aconsejado a las familias que desconecten las aplicaciones móviles ante la eventualidad de que sus allegados sean mostrados por los secuestradores en las redes. En capitales como Nueva York, Londres, Berlín, París, Lisboa o Roma han aparecido pegados en las calles y en el metro carteles con la foto de cada uno de los cautivos identificados. La iniciativa ha prendido y se extiende cada vez más como una manera de pedir la vía negociadora y recordar que «todos no han vuelto a casa».
Las Fuerzas de Defensa de Israel han realizado durante los últimos días repetidos vuelos sobre Gaza para familiarizar a los comandantes de la infantería y los blindados con su cuadrícula urbana: los edificios, las calles e incluso los enclaves donde se supone que hay miembros de Hamás escondidos. Los helicópteros de combate han transportado a los mandos mientras éstos atendían las explicaciones de otros militares expertos en la Franja después de haber operado allí como infiltrados o participado en incursiones anteriores.
El ejército ha bombardeado repetidamente los edificios de la Franja, en un intento de allanar el camino a las tropas y los tanques que intervendrán en la campaña. Fuentes militares han explicado que se trata, también de eliminar bases donde los milicianos tienen instaladas baterías antimisiles o inmuebles en los que pueden esconderse sus tiradores. Aparte de la moderna flota de carros de combate, Israel basa gran parte de la operación en sus helicópteros, las más avanzadas flotas del mundo tras Estados Unidos.
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