El enigma del hospital Al-Shifa

El ejército ha convertido Al-Shifa en el símbolo del dominio de Hamás dentro de la Franja. Y ha potenciado ese mensaje después de forzar la entrada al complejo y sacar a la luz su red de pasadizos y habitáculos, algunos provistos de camastros, otro con una cocina y lavabos, y finalmente una sala donde los vestigios indican que sirvió para retener a un grupo de secuestrados. El miércoles autorizó incluso una visita de un grupo de reporteros para que conocieran en persona el escondrijo.

La entrada fue localizada entre dos edificios del hospital después de excavar toneladas de tierra. Los túneles disponen de cableado eléctrico y unas dimensiones adaptadas al tamaño de una persona que carga pertrechos militares: dos metros de altura por uno de anchura. La configuración no es casual. Está diseñada para que, en caso de ser descubiertos, los soldados solo puedan caminar en fila, de uno en uno, transformándose en blancos fáciles para un tirador.

A diferencia de la mayoría de los 400 pasadizos localizados desde el comienzo de la invasión terrestre, al ejército no le ha hecho falta aquí volar los accesos, un método que le permite inutilizar los túneles y atrapar en su interior a los yihadistas sin exponerse a una «entrada suicida». La red subterránea de Al-Shifa estaba vacía. Los islamistas la abandonaron en las horas previas a la llegada de las tropas.

Abu Salmiya está en las manos del Shin Bet, la agencia de seguridad israelí. Los agentes le interrogaban anoche en calidad de sospechoso y de haber permitido que Hamás utilizara Al-Shifa como centro de operaciones, según informó 'The Times of Israel'. Previamente había sido arrestado cuando organizaba una evacuación de pacientes hacia el sur de la Franja a través de un corredor humanitario. Las autoridades gazatíes han pedido explicaciones a la ONU, ya que el convoy viajaba bajo su bandera.

Tel Aviv quiere desentrañar el misterio sobre el papel que jugaba Al-Shifa en la organización islamista; es decir, si era simplemente una tapadera del considerado como cuartel general de Hamás en Gaza o formaba parte de su operativa. «Los civiles tienen un 10% de miedo a los militares, pero un 90% a los terroristas», sugieren fuentes del ejército.

Aparte del arsenal encontrado en las instalaciones, la Inteligencia ha constatado con la ayuda de EE UU que varios rehenes fueron llevados hasta el centro sanitario supuestamente para esconderlos en el subsuelo y existen pruebas de que un soldado israelí secuestrado fue ejecutado en sus terrenos. Hamás denunció este jueves que el arresto de Salmiya forma parte de la «persecución» contra los civiles palestinos.