Occidente celebra la elección del presidente y primer ministro en Irak tras un año de bloqueo

Irak se encuentra en una parálisis política desde las elecciones legislativas anticipadas de octubre de 2021, que aún no han derivado en la formación de un nuevo gobierno. De hecho, estaba previsto que el Parlamento celebrara esta votación en febrero, si bien se vio aplazada a causa de las disputas derivadas de los comicios y el bloqueo por parte de partidos y milicias proiraníes.

La comunidad internacional ha recibido la noticia con una mezcla de alivio e incertidumbre. Naciones Unidas, por ejemplo, ha descrito la elección del nuevo presidente como «un acontecimiento claramente positivo» de cara a la formación del nuevo Gobierno, tras más de un año de parálisis política. «No hace falta recordar que ha pasado un año desde las elecciones», ha dicho el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, que ha pedido «la formación lo antes posible de un Gobierno inclusivo». «Este Ejecutivo deberá satisfacer las aspiraciones del pueblo iraquí, que ha sido muy claro a la hora de expresarlas», ha señalado, en referencia a las manifestaciones que se suceden desde 2019.

La Unión Europea también ha mostrado su satisfacción por la designación de un nuevo jefe de Estado en Irak. «Estos son pasos positivos hacia la tan esperada formación de gobierno, un año después de las elecciones de octubre de 2021 para las que la UE desplegó una Misión de Observación Electoral», ha apuntado la diplomacia europea en un comunicado. Asimismo, Bruselas ha apremiado a las autoridades de Bagdad a constituir «rápidamente» un gabinete que pueda poner en marcha las reformas que se necesitan «con urgencia» y siempre «respondiendo a las necesidades y aspiraciones de su pueblo».

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha subrayado que Washington aplaude la elección de Rashid como presidente iraquí y su decisión de nombrar a Mohamed Shia al Sudani como nuevo primer ministro designado. «Animamos a los políticos iraquíes a tener en cuenta la voluntad del pueblo, que votó por un Gobierno que responda a sus necesidades. EE UU reclama a todas las partes que eviten la violencia y resuelvan las diferencias de forma amistosa y pacífica durante el proceso político. Esperamos mantener la firme cooperación entre nuestros países», ha zanjado.

Una de las incógnitas por despejar es qué postura adoptará el influyente clérigo chií Moqtada Al-Sadr. No en vano, el bloque que dirige ganó las elecciones de octubre de 2021 pero, ante la imposibilidad de gobernar el país, Al-Sadr decidió retirar sus diputados de la Cámara antes del verano, un movimiento que dejó a la coalición denominada 'Marco de Coordinación' como principal fuerza.

A finales de julio los seguidores del clérigo ocuparon el Parlamento en señal de protesta contra los avances de esta coalición opositora. Poco después, en agosto, anunció su retirada de la política, lo que derivó en una oleada de protestas que culminó en un baño de sangre. Doce personas murieron en Bagdad en choques con la Policía.

De 42 millones de habitantes, Irak tiene una tasa de paro juvenil que ronda el 40% y un tercio de la población vive en la pobreza.