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La violencia en Oriente Próximo, con cerca de 18.000 muertos en la Franja de Gaza, y la posible escalada del conflicto en la región preocupan más que nunca a la Unión Europea (UE). El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, cree que «es ... momento de pasar de las palabras a los hechos». Tras la reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete este lunes en Bruselas, Borrell aseguró que trabaja en una propuesta para imponer sanciones a líderes de Hamás y a colonos israelíes que han llevado a cabo ataques contra la población palestina.
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«Tenemos que tomar las medidas en nuestras manos. Estamos viendo demasiados ataques violentos y demasiados muertos en la Franja», lamentó Borrell. Es por eso que, «aunque no haya unanimidad» entre los Estados miembros, el jefe de la diplomacia europea trabaja ya en una iniciativa para imponer sanciones contra «personas conocidas por sus ataques contra palestinos» en Cisjordania y en medidas contra líderes de Hamás, con el objetivo de cortar las vías de financiación de esta organización terrorista.
Se espera que estas dos propuestas se aborden de nuevo en reunión de líderes europeos de esta semana en la capital belga. En el que fue el último encuentro del año de los ministros de Exteriores, Borrell puso sobre la mesa otra iniciativa política para un plan de paz cuando concluya el conflicto. La propuesta recoge la necesidad de una solución política basada en la solución de los dos Estados. «Estamos convencidos de que es la mejor vía y la única y la propuesta ha recibido el apoyo de una amplia mayoría de los miembros», destacó Borrell, que fijó varias líneas rojas: no puede haber desplazamientos forzosos de la población, ni ocupación de territorios por parte de Israel.
El diplomático insistió en que la situación humanitaria en Gaza es «apocalíptica» y, en ese mismo sentido, se han expresado esta semana cuatro países. España, Bélgica, Irlanda y Malta dirigieron una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para solicitar un «alto el fuego humanitario que se consolide en el tiempo». Piden, igualmente, que los líderes lleven a cabo un «debate serio» en la cumbre de esta semana.
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