El presidente de EE UU, Joe Biden, al condenar este martes el ataque a Israel. Reuters

Biden condena duramente a Hamás y reitera su apoyo rotundo a Israel

El presidente de EE UU asegura que el Estado judío «tiene el deber de responder a estos feroces ataques»

Caroline Conejero

Nueva York

Martes, 10 de octubre 2023

En su primera declaración pública desde el sábado, el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró este martes su apoyo rotundo a Israel y condenó los ataques cometidos por «las manos ensangrentadas de la organización terrorista Hamás». «Un acto de pura maldad», afirmó. Acompañado por la vicepresidenta, ... Kamala Harris, y el secretario de Estado, Antony Blinken, que este jueves viajará a Tel Aviv, el mandatario subrayó que «en este momento, debemos ser muy claros: Estamos con Israel». «Israel tiene el deber de responder a estos feroces ataques», añadió.

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Biden comparó las acciones de Hamás con los «peores actos» del grupo yihadista Estado Islámico, mencionando específicamente informes sobre violaciones de personas y asesinatos de niños cometidos por esta milicia palestina, que acusó al presidente de EE UU de «tratar de encubrir los crímenes de Israel» con su posicionamiento. El jefe de la Casa Blanca reafirmó el compromiso de Estados Unidos a apoyar materialmente a Israel y afirmó que no hay ninguna justificación para el terrorismo. «Hamás no defiende el derecho del pueblo palestino a la dignidad. Utilizan a los civiles palestinos como escudos humanos», aseguró.

El jefe de la Casa Blanca anunció que ha pedido al Congreso que «tome medidas urgentes» para financiar las «requerimientos de seguridad nacional de los socios críticos» y terminó su intervención con un tajante mensaje. «Estamos con Israel. No nos equivoquemos», recalcó, sin responder preguntas de la prensa.

El presidente de EE UU confirmó la muerte de 14 ciudadanos estadounidenses y la de más de 1.000 civiles «masacrados» en Israel. También señaló que en todas las ciudades del país las fuerzas del orden locales y federales monitorean indicios de posibles amenazas internas en relación con los ataques terroristas en el Estado judío.

Biden, que durante dos días había permanecido fuera de la vista del público, manifestó el lunes en una declaración escrita, su condena al ataque de Hamás, que comparó con los ataques del 11 de septiembre. También subrayó la inquebrantable oposición de Estados Unidos «al terrorismo en todas sus formas».

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Congestión administrativa

El estallido de guerra en Israel y el temor de que pueda derivar en un conflicto mayor ha encontrado a la Casa Blanca en medio de una congestión administrativa de múltiples crisis al tiempo que trata de proyectar estabilidad. El nuevo conflicto se une al estancamiento de la guerra en Ucrania y el bloqueo de la ayuda en el Congreso, el inminente cierre del Gobierno que pone en riesgo programas vitales, y a la parálisis del órgano legislativo por los republicanos tras la destitución del presidente de la Cámara de Representantes. Todo ello, unido al aumento sin precedentes de migrantes en la frontera y la persistencia de la huelga del sindicato del motor, conllevan una sobrecarga para el Ejecutivo que empieza a poner a prueba la presidencia de Biden.

Aunque el ataque a Israel ha unido al 'establisment' político de Washington en un frente común de solidaridad y condena por la muerte de cientos de víctimas civiles y el secuestro de rehenes, este consenso podría ser breve y convertirse en un pantano político. La fragmentación de la unidad de las distintas facciones políticas estará vinculada a la potencia del castigo del Gobierno israelí sobre la población palestina de Gaza y cuando se empiecen a notar los efectos de los cortes de luz y alimentación, así como de la ofensiva por tierra.

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Muchos republicanos, por su parte, han unido su apoyo a Israel a una campaña de fuertes ataques de desgaste contra Biden, a quien acusan de «alentar el ataque furtivo de Hamás» al descongelar 6.000 millones en ingresos petroleros de Irán. Fondos que eran destinados a la liberación de rehenes norteamericanos en Ia república islámica, pero que la administración ha respondido 'no se tocado', como publica el 'Wall Street Journal'.

El senador Ted Cruz y otros republicanos extremistas de Texas iban aún más lejos acusando a Biden de una política desleal contra el primer ministro de ala dura de Israel, Benjamín Netanyahu, y «animar silenciosamente a los terroristas» con su apoyo a los palestinos. Y la propia la presidenta del Comité Nacional Republicano Ronna McDaniel llegó a señalar en televisión que los recientes ataques en Israel suponían una «gran oportunidad» para los candidatos conservadores que deberían aprovechar electoralmente la supuesta «debilidad de Biden».

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En el campo demócrata, los sentimientos de solidaridad con Israel coexisten con un creciente cuestionamiento en los últimos meses por parte del grupo progresista de la ayuda al gobierno de línea dura de Israel con inclinaciones anti-democráticas. Pero el sentimiento de incomodidad va más allá de los progresistas. Demócratas de centro en Boston, como el senador Ed Markey, se debaten en cómo enunciar una política de apoyo al Estado judío al tiempo que muestran solidaridad con los palestinos.

«Disminución de la violencia»

En unas declaraciones durante una manifestación de solidaridad con Israel en la ciudad el lunes, Markey recibió aplausos de la multitud en su denuncia de los «atroces ataques» de Hamás contra Israel, seguidos de abucheos cuando pidió una «disminución de la violencia actual» por parte de ambos lados del creciente conflicto.

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Las voces críticas contra Israel han caracterizado al grupo progresista demócrata de la Cámara liderado por Rashida Tlaib de Michigan, la primera mujer palestina en el Congreso, y la representante Ilhan Omar de Minnesota, una abierta crítica de Israel, así como Alexandria Ocasio-Cortez y el representante Jamaal Bowman, ambos de Nueva York. Las declaraciones de Tlaib el domingo, -«en duelo por las muertes de palestinos e israelíes» al tiempo que denunciaba la ayuda a Israel como 'fomento al ciclo de violencia generado por el régimen israelí»-, han generado duras críticas, particularmente de parte de los miembros judíos del órgano legislativo.

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Una manifestación pro-Hamás en Nueva York el domingo en la que demócratas socialistas y miembros de la comunidad árabe llegaron a elogiar incluso la masacre de civiles, puso a prueba aún más la unidad de los progresistas. Organizada por los Socialistas Democráticos de América, un grupo de extrema izquierda, la marcha fue condenada fuertemente por demócratas de centro y progresistas.

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La gobernadora de Nueva York, la centrista Kathy Hochul, calificó la manifestación de «aborrecible y moralmente repugnante», mientras que el congresista Ritchie Torres, un progresista de Nueva York en ascenso, declaró que «demonizar a Israel –hasta el punto de negar la humanidad de las víctimas israelíes y la inhumanidad de sus perpetradores– es una confusión moral disfrazada de claridad moral».

La difícil línea política del momento quedó plasmada en un mensaje publicado por la Oficina de Asuntos Palestinos del Departamento de Estado en X, (anteriormente Twitter), que presionaba a «todas las partes a abstenerse de la violencia y los ataques de represalia». Al tiempo, un mensaje en la cuenta de Blinken el domingo alentaba la «defensa de un alto el fuego» por parte de Turquía.

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Ambas publicaciones fueron eliminadas posteriormente tras las protestas de los partidarios de Israel alegando que era demasiado pronto para instar a Israel a retirarse.

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