La matanza en la sala de conciertos del Crocus City Hall, en la región de Moscú, ha desatado una ola de reacciones dentro y fuera de Rusia, que intentaba este viernes recomponerse del 'shock' de un atentado que ha causado decenas de muertos y más ... de un centenar de heridos. Para algunos lo ocurrido era un episodio de «terror», hay quien prefería hablar de «pesadilla», otros han calificado los hechos de «monstruosos». Uno de los primeros en pronunciarse ha sido Serguéi Sobianin, alcalde de la capital rusa, que ha lamentado la «terrible tragedia» y ha decidido suspender todos los eventos programados en la ciudad durante el fin de semana. «Mi más sentido pésame a los seres queridos de las víctimas».
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Las declaraciones de las autoridades rusas se han sucedido en las primeras horas tras el suceso. «Recibimos llamadas de todo el mundo de ciudadanos comunes y corrientes que expresan sus condolencias y palabras de enérgica condena», ha avisado Maria Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores, que ha exigido una respuesta contundente a la comunidad internacional por este «crimen atroz». Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad, ha ido más allá al asegurar que «los terroristas sólo entienden el terror de la represalia». «Ningún juicio o investigación servirá de nada si no se contrarresta la fuerza con la fuerza», ha avisado el expresidente, que ponía en el punto de mira a Ucrania por su posible implicación en la masacre.
El asesor del jefe de la Oficina del Presidente ucraniano, Mijaíl Podolyak, ha sido el encargado de rechazar esa teoría. «Ucrania, por supuesto, no tiene nada que ver. Esto no tiene ningún sentido», ha dicho, antes de advertir de que su país «nunca ha recurrido al uso de métodos terroristas». Estados Unidos ha intentado asimismo borrar cualquier sombra sobre Kiev y el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha explicado que tratan de «obtener más información» sobre la matanza. «Las imágenes son simplemente terribles, es muy difícil de ver. Será un día difícil, nuestros pensamientos están con ellos», ha comentado..
Desde Chechenia
También el líder checheno, Ramzán Kadírov, ha enviado su «pésame» a familiares y amigos de las víctimas del Crocus City Hall y ha reclamado las medidas «más duras y severas» contra los autores del crimen. «Condeno enérgicamente esos actos de violencia, crueldad e imprudencia dirigidos contra civiles que traspasan todas las fronteras posibles», ha expresado tras comunicar que las banderas de la región permanecerán el sábado a media asta. Entre las múltiples reacciones se encuentra asimismo la de Julia Navalnáya, viuda del fallecido Alexéi Navalni, que se ha referido al suceso como «pesadilla». «Condolencias a las familias de las víctimas y ánimos a los heridos. Todos los involucrados en este crimen deben ser encontrados y castigados», ha pedido.
La masacre ha tenido eco a miles de kilómetros de Moscú. El portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano, ha reconocido que «la UE está consternada» por los hechos y ha subrayado que «condena cualquier ataque contra civiles». «Esta es una terrible tragedia», ha admitido la embajada británica en la capital rusa. Los líderes de países como Letonia o Lituania se sumaron asimismo a la larga lista de condolencias.
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