La UE trata de sortear las reticencias de Italia para alcanzar un pacto migratorio

Tras meses de duro trabajo en torno a este expediente, la Presidencia española del Consejo Europeo se mostró optimista respecto a los avances logrados desde la reunión de julio. «La decisión llegará en los próximos días, antes de la cumbre de Granada -que se celebrará el 5 y 6 de octubre-», aseguró el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska. Y la Comisión Europea confirmó ese mismo optimismo: «No hay grandes obstáculos y creo que los embajadores podrán llegar a un acuerdo», subrayó la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson.

Aunque el debate sobre el mecanismo de gestión de crisis no estaba entre los puntos del día, los ministros europeos del Interior (reunidos este jueves en Bruselas) confirmaron «que hay una voluntad mayoritaria incuestionable» sobre este asunto. La clave estuvo en el cambio de postura de Alemania, que se abstuvo en la votación de julio. «Vemos necesidad de modificar algunos puntos, pero creo que tenemos que asumir nuestra responsabilidad», explicó durante la sesión pública la titular germana, Nancy Faeser.

La llegada de miles de migrantes a la isla italiana de Lampedusa ha acelerado la negociación de las capitales europeas. La última modificación del reglamento incluye, además, cuestiones importantes para Berlín, como un amplio abanico de medidas de solidaridad en caso de que se declare una situación de crisis migratoria, como alternativas a los cupos obligatorios de acogida de extranjeros, como compensaciones financieras e iniciativas de apoyo a los retornos. Evita, además, las referencias a las deportaciones «patrocinadas» que planteó en su momento Bruselas.

Fuentes europeas señalaron este jueves que Italia tenía ciertas reservas ante la última propuesta y que necesita más tiempo para valorar los cambios que afectan a la actividad de las ONG en el Mediterráneo y analizar los mecanismos de activación de una situación de crisis migratoria. Hungría se mostró directamente en contra del mecanismo y aseguró que «provocará un efecto llamada», que sólo «agudizará el problema de la migración».

El proceso legislativo del pacto migratorio permanece bloqueado desde que el Parlamento Europeo anunciara el pasado 20 de septiembre que suspendía los diálogos con los Estados miembros por la falta de consenso respecto al mecanismo de gestión de crisis. Tras el paso dado este jueves, sólo queda finalizar cuestiones técnicas, «pulir matices» a nivel de embajadores, para responder a todas las sensibilidades. Un acuerdo que podría llegar a principios de la próxima semana.