La UE exige a Georgia que retire su nueva ley de agentes extranjeros

La nueva normativa ha sido duramente criticada por los partidos de la oposición, por la ciudadanía georgiana y también por la UE y Estados Unidos, por los recortes que supondrá para la población civil. De hecho, la presidenta del país, Salomé Zurabishvili, se ha mostrado contraria a la ley y ha anunciado la creación de una «plataforma europea» para evitar que Tiflis vire hacia Moscú. Y es que esta legislación, aprobada el martes, ha sido comparada con las medidas impuestas por Vladímir Putin en Rusia para reforzar su control sobre la oposición y los periodistas que reciban al menos un 20% de sus ingresos del extranjero.

Así las cosas, Bruselas cree que esta ley será una barrera para el acercamiento de Georgia a la UE. El país obtuvo el estatus de candidato en diciembre de 2023, después de que la guerra en Ucrania despertara el temor de los países del este a una posible agresión rusa. Los avances de este proceso, sin embargo, dependen exclusivamente de las reformas que acometa Tiflis. Entre las recomendaciones de la Comisión Europea destaca «la protección de los derechos humanos y la libertad de la sociedad civil y de los medios de comunicación».

Es por eso que en su comunicado Borrell lamenta que las autoridades georgianas hayan hecho oídos sordos a las advertencias de los Veintisiete y ha reiterado su petición para que «retiren la ley, mantengan su compromiso con la senda de la UE y avancen en las reformas necesarias» para su integración en el bloque.

La Unión insiste en que el contenido y el espíritu del reglamento «no se ajusta a las normas y valores fundamentales de la UE». Entre otras cuestiones, considera que «socavará la labor de la sociedad civil y de los medios de comunicación independientes» y cree que ocurrirá lo mismo en materia de asociación y de libertad de expresión, núcleo de los valores europeos.

Los Veintisiete también denunciaron la represión de las protestas que se suceden desde abril en Georgia, con más de sesenta manifestantes detenidos y decenas de heridos. «La intimidación, las amenazas y los ataques físicos a actores civiles, políticos, periodistas y sus familias son inaceptables», escribió en sus redes sociales Borrell. En ese mismo sentido, aseguró que la UE «está preparada» para seguir apoyando a la población del país en el trabajo hacia «un futuro europeo».