La llegada de migrantes irregulares desata la tensión entre Irlanda y el Reino Unido

El encuentro previsto para el pasado lunes entre los ministros de Interior de los dos países quedó suspendido y, además, han emergido diferencias en el Ejecutivo de Dublín. El ministro irlandés de Exteriores, Michel Martin, afirmó que el porcentaje mencionado por su compañera de gabinete no tenía bases estadísticas. McEntee contestó el martes que es aún mayor.

El reciente elegido primer ministro de Irlanda, Simon Harris, ha recordado a Londres que una cláusula del acuerdo firmado entre los dos países en el contexto del Brexit le obliga a recibir a migrantes ilegales que han llegado a territorio irlandés desde el británico. Londres ha respondido diciendo que los miembros de la Unión Europea no aceptan que les envíe irregulares y que Dublín no ha utilizado ese punto del pacto y por ello quedaría cancelado.

El Gabinete de Harris aprobó el miércoles un proyecto de ley que, tras su visto bueno por el Parlamento, previsto para la próxima semana, daría a Dublín la autoridad para reenviar a los irregulares que llegan a través de Irlanda del Norte. En una proporción notable se trata de nigerianos. La televisión ITN ha entrevistado a migrantes en la capital que reconocen que han viajado desde Inglaterra para evitar la detención y el envío forzoso a Ruanda.

El número de solicitantes de protección internacional que llegan a las puertas del ente responsable de su gestión está forzando a trasladar a otro lugar, por la noche, a quienes esperan en tiendas de campaña y a devolverlos después a la misma situación, como ha ocurrido este jueves. Grupos ultras y racistas han intentado atacar las viviendas de responsables públicos y podrían dirigirse también contra esos campamentos.

Irlanda y el Reino Unido comparten un área común de movilidad, que permite a británicos e irlandeses viajar entre los diferentes territorios sin necesidad de documentación. El Brexit no lo ha quebrado, pero las tensiones de los últimos días ponen en duda que Dublín pueda permitirse la libertad de movimiento a través de la frontera con Irlanda del Norte si se mantiene el flujo de inmigración.