La asamblea laborista celebrada en Liverpool se cerró este miércoles con el voto mayoritario de los miembros del partido que aún permanecían en la sala en contra de la reducción del acceso a un subsidio que el Gobierno da a jubilados para amortiguar el impacto ... de las facturas de energía para calentar sus casas. Se realizó a mano alzada sobre una moción promovida por los sindicatos para abolir la decisión del Ejecutivo.
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La ayuda puede ser de entre 225 y 350 euros y se concedía a todas las personas en edad de jubilación hasta que, pocos días después de ser elegidos los laboristas para gobernar el Reino Unido, la ministra de Economía y Hacienda, Rachel Reeves, y el primer ministro, Keir Starmer, anunciaron que no se pagaría este año a los pensionistas que no sean tan pobres como para recibir otro tipo de prestación. La medida afecta a unos diez millones de personas y los sindicatos han sido insistentes en la crítica.
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También hubo abstenciones de diputados laboristas -la cifra ha quedado marcada por los medios en 52 aunque es dudosa- cuando el Partido Conservador presentó una moción sobre el subsidio en la Cámara de los Comunes para herir a Starmer y Reeves.
El boletín Labour List, que agrupa a diversas corrientes del partido gobernante, recogía en su crónica de la última sesión de la conferencia que Sharon Graham, secretaria de Unite, el mayor sindicato del país, evocó el Gobierno laborista de 1945 como su ideal. «No entiendo cómo un primer ministro laborista puede recortar la subvención invernal», dijo en su alocución.
Maggie Cosin, de la asociación laborista en la circunscripción de Deal, en el sudeste de Inglaterra, con historia industrial de pesca y minería, replicó que jubiladas como ella no necesitan los 225 euros. «No se trata de quitarles dinero a los pensionistas sino de dárselo a otros», sentenció. Ellie Emberson, afiliada a Unite, también se opuso a la moción. «Si no estabilizamos la economía, no podemos invertir en los servicios públicos que queremos», dijo.
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En tiempos pasados, las conferencias laboristas tomaban decisiones sobre la política que debían seguir sus gobiernos, y los sindicatos, que crearon el partido parlamentario y han sido los mayores donantes durante décadas, tenían gran influencia. Evolucionaron hacia espectáculos para la televisión. Las decisiones sobre qué políticas se adoptan se toman en un Foro Nacional de Política (NPF).
Starmer y sus aliados han ganado por el momento la batalla contra los sectores 'corbynistas' del partido, que llevaron al partido a la enorme derrota de 2019. Controlan el grupo parlamentario y los comités ejecutivos. E insisten en que los jubilados van a vivir mejor con el laborismo. Han prometido aumentar la pensión básica el próximo año.
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El recorte forma parte del afán de equilibrio en la balanza presupuestaria, uno los pilares fiscales de Reeves. No gustan ni Reeves ni Starmer, según las encuestas. Ganaron una mayoría absoluta en julio y ahora los sondeos dicen que Starmer es tan impopular como lo era su predecesor, Sunak. El 'Express' señala que su prospección demoscópica pronostica que los laboristas perderán las próximas elecciones, que tendrán lugar dentro de cinco años.
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