El Sinn Féin anticipa para 2030 el referéndum de la unificación irlandesa

McDonald y O´Neill eclipsaron a sus dos compañeros del Sinn Féin, Conor Murphy y John Finucane, durante el encuentro que los cuatro compartieron con miembros de la Asociación de Periodistas Extranjeros (FPA). Ambas llevan las riendas de la formación republicana y no tuvieron reparos en apoyarse en tópicos sobre el papel de la mujer contemporánea para explicar cómo el Sinn Féin gestionará sus objetivos a corto y medio plazo. «La multitarea es algo que se atribuye regularmente a la mujer», dijo la presidenta, sonriendo y excusándose ante sus colegas masculinos.

En la balanza de malabarismos están una aguda crisis socioeconómica en Irlanda del Norte después de dos años sin gobierno activo y la ambición republicana de reunificar la isla. Al mismo tiempo, al sur de la frontera, el Sinn Féin está acusando un retroceso en la intención de voto en sondeos de opinión que meses atrás le otorgaban la hegemonía cara a las elecciones de 2025. También se resiente, tanto o más que el gobierno de coalición entre las fuerzas tradicionales, del impacto de violentos brotes xenófobos que han explotado en distintas regiones y sectores de la población ante el crecimiento de la inmigración en los últimos años.

«No se trata de una u otra acción. Tenemos la tenacidad para gestionar ambas», afirmó McDonald en referencia a la problemática del día a día y las ambiciones constitucionales. Por lo pronto, aventuró la celebración de la llamada consulta de la «frontera», es decir, de la reunificación política de la isla antes de que finalice la década actual. «Creemos que tendremos referendos en esta década», aseguró a la FPA. Los condados del norte nunca han registrado una mayoría favorable a la unidad territorial.

La convocatoria de un plebiscito que pondría en riesgo la continuidad del Reino Unido ha de celebrarse «concurrentemente» en toda la isla. Es una garantía incluida en el Acuerdo de Viernes Santo/ Belfast, de 1998, que sigue siendo el patrón de referencia en la evolución del proceso de paz. Corresponde a un ministro británico convocar el referéndum siempre que «considere probable que una mayoría» de votantes se inclinaría por la unificación de Irlanda y la ruptura del Reino Unido.

«Estamos en un proceso y no hemos alcanzado el destino», advirtió McDonald. La dirigente de Sinn Féin presiona por la apertura de una «conversación incluyente» de toda la ciudadanía de la isla, independientemente de la identidad nacional, religión o afiliación político, que sirva para preparar el terreno de la «transición constitucional». Aboga por dirigir el «proyecto de unidad desde el prisma de la oportunidad, no del miedo, porque, según remarcó en Londres, «podemos acomodar múltiples identidades en nuestro marco nacional».

O´Neill representa a la generación del Acuerdo de Viernes Santo, que propició el fin de la violencia del IRA, brazo militar del Sinn Féin. Simboliza un cambio político trascendental un siglo después de la partición de la isla y la creación de Irlanda del Norte. El nacionalismo irlandés ocupa por primera vez la máxima posición en la cima del gobierno autonómico, con la número dos de la formación republicana ejerciendo de ministra principal desde el 2 de febrero.

El rango es simbólicamente superior, pero de poder equitativo con el de viceministro principal, que recayó en la unionista Emma Little-Pengelly. Ninguna podrá imponer una decisión sin el consentimiento de la otra. «Es histórico y muy significativo. Formamos parte del cambio en Irlanda», celebró O´Neill en la FPA. Sinn Féin ganó las elecciones de 2022 pero los cargos ministeriales quedaron en el limbo a consecuencia de la protesta unionista a la aplicación del tratado del Brexit, que finalmente se resolvió la semana pasada.