Scholz pide unidad a los demócratas ante el plan de la ultraderecha alemana para deportar a millones de inmigrantes

«No permitiremos que nadie establezca diferencias entre 'nosotros' en nuestro país basándose en si alguien tiene un pasado de inmigración o no. Protegemos a todos, independientemente de su origen, del color de su piel o de lo incómodo que resulte alguien para los fanáticos con fantasías de asimilación», subraya Scholz en un mensaje difundido por X. «Quien se oponga a nuestro orden básico democrático libre es un caso para nuestro servicio de inteligencia nacional y el poder judicial. Que aprendamos de la historia no es sólo palabrería. Los demócratas debemos permanecer unidos», señala el canciller federal, sumándose a la indignación general de los representantes de las fuerzas democráticas.

La idea central del ideólogo del Movimiento Identitario es devolver a sus países de origen a todos los migrantes con y sin derecho de residencia, concentrándose en peticionarios de asilo, extranjeros con permiso a permanecer en Alemania y «personas con ciudadanía germana no asimiladas», es decir individuos de origen migratorio. Sellner propuso incluso organizar para ello un territorio en el norte de África, sin definir país alguno, al que podrían ser deportadas hasta dos millones de personas. Los planes presentados en Potsdam incluyen también expulsar y retirar la nacionalidad a los activistas que luchan activamente por la acogida de refugiados.

Scholz no ha sido el único en criticar la reunión secreta celebrada en noviembre pasado por altos funcionarios de AfD con neonazis y varios empresarios revelada este miércoles por el colectivo de periodistas de investigación Correctiv. El líder parlamentario del también gubernamental Partido Liberal (FDP) en el Bundestag, Christian Dürr ve en ese encuentro paralelismos con el nacionalsocialismo. «Los planes para deportar a millones de personas recuerdan el capítulo más oscuro de la historia alemana», dijo Dürr, quien destacó que eso demuestra que «AfD rechaza profundamente la democracia y nuestro orden básico liberal«.

Kevin Kühnert, secretario general del SPD, hizo un llamamiento a la población para participar en la lucha activa contra Alternativa para Alemania y otras fuerzas reaccionarias. «Implíquense y no cedan terreno a los misántropos», dijo Kühnert, mientras la líder parlamentaria de Los Verdes en el Bundestag, Britta Hasselmann advirtió de que «nuestra democracia, nuestra libertad, nuestra Constitución y los logros de nuestra sociedad diversa» deben ser defendidos frente a «los enemigos de la democracia».

Entre los participantes en la reunión celebrada en la capital de Brandeburgo se encontraba, entre otros, Roland Hartwig, asesor personal de la presidenta de Alternativa para Alemania, Alice Weidel, así como el jefe del grupo parlamentario de esa formación en el parlamento de Sajonia-Anhalt, Ulrich Siegmund, y el líder de AfD en el distrito de Potsdam, Tim Krause, pero también dos miembros de la llamada Unión de Valores, un grupo ultraconservador en el seno de la Unión Cristianodemócrata (CDU), formación que tiene intención de verificar las revelaciones de Correctiv, ya que su asistencia a esa cita «atentaría contra los principios del partido», según afirmó un portavoz de la CDU.

Entre tanto se confirma que AfD será claramente la fuerza más votada en los comicios legislativos en los estados federados germano orientales de Brandeburgo, Sajonia y Turingia que se celebran en septiembre, según un sondeo que publica este jueves el instituto demoscópico Forsa. El partido ultraderechista obtendría un 36% de votos en Turingia, un 34% en Sajonia y un 32% en Brandeburgo, con gran ventaja sobre las restantes formaciones políticas, a las que obligaría a formar incluso coaliciones «contra natura» para evitar la llegada al poder de los xenófobos y euroescépticos.

Este es el caso de Turingia, donde la encuesta de Forsa concede tan solo un 20% de votos a los cristianodemócratas (CDU), un 17% a La Izquierda, un 9% a los socialdemócratas (SPD) y un 5% a Los Verdes. El Partido Liberal (FDP), que forma parte de la alianza de gobierno en Berlín que dirige Scholz, quedaría fuera del Parlamento de Erfurt, al no rebasar la barrera del 5% de votos. Con estos resultados, la actual coalición que lidera La Izquierda con el SPD y los ecologistas como aliados no alcanzaría una mayoría suficiente para gobernar. Solo un pacto inédito y hasta ahora indeseado por los conservadores entre la CDU y La Izquierda posibilitaría una mayoría en esa cámara que margine a Alternativa para Alemania.

En Brandeburgo y Sajonia, sin embargo, podrían continuar al frente de sus ejecutivos regionales los actuales tripartitos de gobierno. La encuesta concede en Sajonia un 30% de votos a la CDU, un 7% al SPD y un 8% a Los Verdes. En Brandeburgo los socialdemócratas lograrían un 22% de sufragios, la CDU un 16% y los ecologistas un 7%. Los estados federados de Sajonia y Turingia celebran comicios legislativos el próximo 1 de septiembre, mientras Brandeburgo elegirá a los miembros de su parlamento regional el 22 de septiembre.

Un sondeo similar celebrado solo en Sajonia y publicado a principios de este mes por el instituto demoscópico Civey concedía a Alternativa para Alemania resultados aún mejores en esa región con un 37% de votos, mientras la CDU lograría un 33%, Los Verdes un 7% y La Izquierda un 8%. Los pronósticos de Civey son catastróficos para los socialdemócratas, que quedarían fuera del parlamento de Dresde al obtener solo un 3% de votos, al igual que para los liberales, que solo lograrían un 1% de sufragios. A nivel nacional todos los sondeos indican que AfD sería el segundo partido más votado en Alemania, solo por detrás de los conservadores y con amplia ventaja sobre los restantes partidos.